Opinión: Gerentes públicos, se ponen a prueba las capacidades

Opinión: Gerentes públicos, se ponen a prueba las capacidades

19 Marzo 2014

Soy de los que opinan que la gestión en el ámbito público tiene mayores niveles de complejidad que en el sector privado, y me ha tocado escuchar a personas que llegan del sector privado al sector público con un prejuicio muy diferente.

Alejandro Barros >
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En muchas de mis conversaciones con Gerentes y Directivos Públicos, uno de los temas recurrentes y que siempre aparecen es: ¿Qué tan diferente es gestionar proyectos/iniciativas en el mundo privado versus el mundo público?. Soy de los que opinan que la gestión en el ámbito público tiene mayores niveles de complejidad que en el sector privado, y me ha tocado escuchar a personas que llegan del sector privado al sector público con un prejuicio muy diferente, a los pocos meses su visión ha cambiado bastante.  Me atrevo a plantearles algunos elementos que fundamentan esa complejidad, vamos ver si los convenzo de aquello.

  • Gestión de Recursos Financieros, en el mundo público, los recursos financieros son asignados, habitualmente después de una larga discusión en el congreso, a partidas específicas, con monto definidos y sustentados en una ley que los identifica, cualquier cambio es materia de múltiples aprobaciones por parte del ente rector.  Lo cual dista bastante de la gestión de reclusos financieros en el sector privado, partiendo por que el presupuesto no es ley de la república.
  • Externalización, los procesos de externalización y contratación, se encuentran regulados habitualmente por leyes de compras y contrataciones públicas, las que obligan a seguir determinados procedimientos, tipología del proceso, montos, plazos y tipo de oferente por mencionar algunas.  Incluso regulan materias como contar con oferentes internacionales, o bien se ven obligados a adjudicar a la oferta más económica, no necesariamente la que tiene la mejor relación calidad-precio.  Luego de adjudicado establecer un contrato en el cual se regulan muchos aspectos, pasando por montos de multas, boletas de garantías en base a la ley y no en función de una decisión del mandante.
  • Tiempos  y exigencias, en muchas ocasiones los proyectos e iniciativas son parte de procesos políticos, lo cual pone exigencias a los proyectos que no necesariamente están alineadas con los tiempos técnicos, como dice el dicho “los tiempos técnicos jamás coinciden con los tiempos políticos” , lo que obliga muchas veces a un pie forzado para mostrar resultados.
  • Visibilidad y Rendición de Cuentas, el mundo público a diferencia del privado obliga mayores niveles de rendición de cuentas (accountability), lo cual exige a los proyectos un nivel de visibilidad y transparencia que no está presente en otros sectores.  Esto no sólo lo ejerce la ciudadanía o los medios de comunicación, los órganos de control (contraloría, tribunal de cuentas, congreso, …) plantean importantes exigencias a la hora de ejecutar los proyectos y documentar sus acciones.  Esto se ha visto exacerbado con la cultura de comando y control que se ha instalado en muchos de nuestros estados, con exigencia de indicadores, metas y objetivos controlados en múltiples ocasiones y por varios organismos del estado que llegan al ridículo en muchos casos, la enfermedad de la indicadoritis está presente en muchos lugares.
  • Gestión de Recursos Humanos, la gestión de personas en muchos de nuestros estados tienen importantes restricciones, tales como: escalas de sueldos, modalidades de contratación, etc., esto no sólo respecto de las personas que se requiera contratar sino que además respecto de la relación con los gremios.  Es muy común que la relación entre autoridades y gremios no sea todo lo buena que podría.
  • La propia Burocracia, es que las cosas siempre se han hecho así, ya sea por costumbre o por alguna norma que lo dice, bajos incentivos al cambio, una cultura que prefiere por sobre todo mantener las cosas como están.
  • El Estado como Corporación, es muy común escuchar esa confusión de personas que vienen del sector privado, pensar al estado como una gran empresa/corporación, en la cual su Gerente General o CEO da una instrucción y esta se cumple a acabildad en todas las áreas y en todas sus subsidiarias (instituciones públicas), lo cual dista mucho de la realidad.


Estas restricciones son sólo algunas con las cuales un Gerente Público va a tener que lidiar, y si quiere desarrollar una carrera exitosa en este sector, debe tener presente estas condiciones de borde.