A propósito de asaltos: Cuando el día cambia por la miseria humana

05 Mayo 2011

Un corresponsal del diario vive hoy una difícil situación, a raíz del asalto que sufrió su familia. Dos delincuentes utilizando la técnica del “puntazo” le robaron $ 31 millones a su abuelita, quien decidió retirarlos del banco para ayudar a su familia. Aquí su relato.

Roberto Álvarez >
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A diario uno lee, escucha, comenta y hasta sueña con asaltos. “Mataron a un transeúnte, le robaron a una mujer, hirieron a un trabajador, etcétera”. Si bien no dejan de ser hechos que impactan, que almacena en su ir y venir, cuando la víctima es directa la situación cambia, uno inexorablemente se detiene.

¿Y su impacto? radica en el efecto que provoca o en el daño que genera. Lo digo porque ciertamente uno cree que “eso nunca me va a pasar”, “si ando con cuidado”, “Dios me protege”, y al escribir esto, no puedo obviar el “si no pasa na”.

No obstante, los delincuentes sí existen y los delitos sí pasan. Y con esto no digo que he descubierto la pólvora, para nada, pero la impotencia del por qué ocurren y de cómo llega un hecho grave a cambiar el curso de las cosas no deja de inquietarme. Pienso en mi familia y pienso en tantas víctimas.

Mi abuelita, una persona frágil por sus 80 años, pero el bastón de una familia marcada en su médula por su esfuerzo y sacrificio fue víctima de un asalto, del que uno creyera no es posible. Le robaron $ 31 millones de unas antiguas acciones de mi abuelito, que nunca tocó y que con el pasar de 40 años se convirtieron en ese monto, su único saco de reserva financiera que hoy utilizaría para contrarrestar la enfermedad de una prima, su nieta.

En la boca del lobo

Pero, no fue inmune a la delincuencia. Tras salir del banco, junto a mi madre, y sin saber que la podían estar siguiendo, dos ladrones las interceptaron para aparentemente ayudarlas a reparar un neumático del auto “pinchado” en Salvador Allende con Iquique.

“A usted le puede pasar, tenga cuidado”, y para no olvidar que cada uno de nosotros es vulnerable, vulnerable de la misma miseria humana".

Mientras sacaban la rueda, uno de ellos se abalanzó hacia la cartera, donde estaba el efectivo y arrancó. ¿Delito? Robo con sorpresa. ¿Pena? De 541 días a 5 años de cárcel. Ambos –hoy prófugos- se fueron en un Peugeot 206 azul, el mismo auto en el cual bien vestidos, sin aparentar ser unos delincuentes se bajaron a ayudarlas.

Antes en una bencinera, cuando mi mamá entró a abastecerse de combustible, creemos pudieron “pinchar” el neumático, pues aparecieron de la nada, justo detrás del vehículo familiar, cayendo mi madre y mi abuela, con su rostro herido, en la boca del lobo.

Y aunque hoy todos dicen, “pero cómo, si eso no se hace”, “se deposita en una cuenta”, “debieron ir con hombres”, lo cierto es que nos pasó, a una familia de clase media, que nunca ha registrado problemas de ningún tipo, sin que pueda evitar decirlo: esto podría volver a ocurrir.

“Volverá a pasar”

Es más “volverá a pasar”, así nos lo dijo la policía que acostumbrada a escuchar a víctimas de distintos delitos saben cómo operan los delincuentes. Hace sólo semanas hablaba con una amiga, que fue víctima de un robo en su auto. Con un machete, mientras esperaba en un semáforo, le rompieron el vidrio del auto y salieron corriendo con su cartera. Y así suma y sigue.

Hoy escribo estas líneas para defender a mi familia, para denunciar, para decir “a usted le puede pasar, tenga cuidado”, y para no olvidar que cada uno de nosotros es vulnerable, vulnerable de la misma miseria humana.

Comentarios

Imagen de María Judith Bravo R.

Amigo mío... no sabes cómo

Amigo mío... no sabes cómo entiendo lo que les está pasando porque como tú sabes también fui víctima de la delincuencia en esta ciudad. Además de la impotencia, nos sentimos vulnerables y con una sensación de inseguridad horrible!!!

Lo triste de todo esto es que nos tocó aprender de la peor forma.... ahora sólo nos queda ser doblemente ciudadosos y esperar que se legisle y endurezcan las penas para quienes son la lacra de la sociedad.

Por lo pronto esperemos que las policías hagan su trabajo y logren dar con los responsables de esto, ya que de seguro siguen haciendo de las suyas.

 

Imagen de Francisco Salfate Dunstan

Amigo ,  lamento mucho lo

Amigo ,  lamento mucho lo sucedido a su abuelita y comparto las opiniones anteriores, pero debe saber tambien que la ocasion hace al ladron. En estos tiempos actuales no puedes andar por la calle con 31 millones en efectivo, para eso existen las cuentas y transferencias bancarias.

Saludos

Imagen de Aguila Negra

  Tu vivencia familiar,

 

Tu vivencia familiar, Roberto, es para leerla y...

¡Meditar!

¡Reflexionar!

Lo que no ocurre en toda una larga vida, ocurre en solo ... un segundo.

¡Ya somos dos!

En mi caso Carabineros fue rapidísimo. Capturó a cuatro de los siete.

No me robaron nada; yo quedé con bienes de ellas y ellos, pero... las secuelas serán para toda la vida, sobre todo para mi esposa, ya que esto afecta a la familia.

Cuida mucho a tu abuelita y a tu mamá Roberto, por que seguramente quedarán con crisis de pánico; pueden ser fuertes en muchos aspectos, pero hay que tener gran resiliencia para superar estos episodios.

No es lo mismo la sensación de pérdida para una persona joven, que para una ya mayor y otra anciana.

Una de las peores pérdidas, es la del sentido de la Seguridad.

Desde hace muchos años,  la delincuencia superó al Estado, que retrocede gracias a la posición de un sector mayoritario de Parlamentarios, que vela por sus derechos y no por los de sus electores y demás Ciudadanas y Ciudadanos, y/o habitantes.

No es culpa de las Policías... tampoco de los Jueces. Menos aún de Dios.

La culpa es de quienes dictaron las leyes, en los últimos veinte años y se niegan al cambio en el presente.

Cuando los capturen, no tendrán una chaucha, se les considerará su "irreprochable conducta anterior" y algún Monseñor sureño se vestirá de Cristo para darles apoyo espiritual, a... los pobrecitos pecadores.

Es lo que llamamos... El Sistema.

El Estado dispondrá -para ellos- de toda una maquinaria de defensa: ¡No vaya a ser cosa que los castiguen!

¿Y tu mamá y tu abuelita?

La Fiscalía no es para ellas y su caso puntual... es para la Sociedad... no para ellas y su pérdida.

Ellas solo engrosarán... las estadísticas.

Así, el Sistema incentiva al delincuente... lo estimula... ¡¡¡LO PROTEGE!!!

Ayer fui yo, hoy eres tú... ¿quien será mañana?

Ene, tene...

¿Él, ella? o...

¡¿Tú?!

No echen en saco roto lo denunciado por Roberto...

Y -a pesar de todo- no nos entusiasmemos rompiendo el Estado de Derecho.

¡¡¡Cuidado Norteras y Norteros!!!

Aguila Negra.

Imagen de Claudia Sanchez Robledo

Qué rabia que sucedan estas

Qué rabia que sucedan estas cosas. Qué maldad más grande.

Esperemos que esto no quede ahí.

Un abrazo