NASA vuelve al Desierto de Atacama a probar instrumentos para próxima misión a Marte

NASA vuelve al Desierto de Atacama a probar instrumentos para próxima misión a Marte

12 Junio 2013

El proyecto Life in the Atacama, financiado por la NASA, traerá de vuelta a nuestro desierto al robot Zoë, con el que científicos buscarán probar instrumentos que formarán parte de una misión a Marte programada para 2020.

Claudia López P. >
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En 2005, científicos del proyecto Life in the Atacama - liderado por la Universidad Carnegie Mellon y el Instituto SETI-, estuvieron trabajando en el primer robot para buscar vida microbiana en el Desierto de Atacama, como parte del proyecto de la NASA para llevar rovers de exploración marciana a la superficie del Planeta Rojo.

Este mes, los investigadores volverán al lugar más parecido a Marte en la Tierra -nuestro Desierto de Atacama- y lo harán con Zoë, el mismo robot autónomo que trabajó en Chile hace ocho años, que esta vez vendrá equipado con un taladro de un metro con la tarea de buscar vida en la "subsuperficie".

Zoë estará testeando tecnología y técnicas que serán fundamentales para explorar Marte. Hoy, el rover Curiosity está buscando sitios que pudiesen albergar vida en el Planeta Rojo y la agencia espacial está decidiendo qué equipos debería tener el robot que siga sus pasos en una misión que podría viajar en 2020.

Curiosity ha enviado desde Marte imágenes que se asemejan a nuestro Desierto de Atacama. Foto: NASA.

"Evidencia directa de vida, si ésta existe, es más probable encontrarla bajo tierra, más allá de lo que pueden detectar los rovers actualmente", declaró David Wettergreen, académico del Instituto de Robótica de Carnegie Mellon y por años, el principal investigador del proyecto Life in the Atacama.

Es por esto que a Zoë se le ha instalado un taladro que puede entrar en las profundidades de la tierra. "Mejoran las posibilidades de encontrar algo a medida que se investiga a más profundidad, somos los primeros en desarrollar esta tecnología e integrarla a un robot móvil", agregó Wettergreen.

El taladro del robot desenterrará muestras de suelo que podrán ser analizadas por instrumentos incluidos en el móvil. Uno de ellos es un espectrómetro llamado "Mars Microbeam Raman Spectrometer", que puede analizar minerales y su composición, y tiene altas posibilidades de ser incluido en la misión de 2020 a Marte.

En expediciones anteriores, visitantes han podido conocer el trabajo de Zoë en el desierto. Foto: Life in the Atacama.

"Estamos midiendo los hábitats de la subsuperficie donde se desarrolla vida, y estamos determinando los factores que son importantes y aprendiendo en los climas más extremos", dijo la geóloga planetaria Nathalie Cabrol, reconocida investigadora del Carl Sagan Center del Instituto SETI, que es la líder científica del proyecto Life in the Atacama.

En el proyecto, participan también la Universidad Católica del Norte de Antofagasta, la Universidad de Tennessee, la Universidad de Washington y el Jet Propulsion Laboratory (JPL), y tiene un financiamiento de 3 millones de dólares proporcionados por NASA.

Zoë comenzará el trabajo de campo la próxima semana, y en el proyecto participa la UCN. Foto: Life in the Atacama.

El proyecto tiene una duración de tres años, y comenzó en 2012 con la visita del equipo pero sin el robot. Vinieron a visitar diversos sitios de investigación y utilizaron un instrumento de detección de neutrones que mide la abundancia de hidrógeno para cuantificar la humedad, varios espectrómetros para medir la composición mineral del suelo, entre otros. 

Las primeras conclusiones confirmaron que los microorganismos sobreviven en las extremas condiciones del Desierto de Atacama. También detectaron un problema con el instrumento de detección de neutrones, llamado Dynamic Albedo of Neutrons (DAN), que la NASA tenía planeado usar ya que formaba parte de los equipos abordo del Curiosity. Gracias a la falla detectada en Atacama, fue posible descartar su uso y evitar un fracaso de la expedición.

Los resultados del primer año de experimentos podrán compararse con lo que hará el robot durante los experimentos en in situ, que se extenderán hasta 2014.

Zoë comenzó a trabajar en una etapa de pruebas esta semana, para luego internarse dos semanas en la aridez del desierto más seco del mundo para experimentos de campo. El recorrido comenzará el 17 de junio y cubrirá una travesía de 30 a 50 kilómetros.

Científicos utilizan el Desierto de Atacama como campo de pruebas ya que es el sitio con el clima más extremo del planeta, y muy similar a la superficie de Marte. Si hay vida aquí, puede haber en cualquier lugar.

Aunque expediciones previas con este mismo robot se han centrado en probar tecnología para operaciones autónomas, el Dr. Wettergreen dijo que el foco esta vez estará en recolectar datos científicos. "Ahora, pensamos en el robot como una herramienta para recolectar data específica de locaciones específicas, no tanto como una máquina que recorre ciertos lugares", agregó.

Una de las metas es que el robot pueda estar varios días operando autónomamente, completando las tareas científicas. Que recolecte información en el lugar que se le indique, luego hibernando por la noche y retomando su trabajo cuando vuelva a salir el sol.

Zoë tiene cuatro ruedas y está dotado de un panel solar de tres metros cuadrados, que entrega toda la energía con la que el robot opera, por eso principalmente trabaja de día, aunque puede procesar muestras durante la noche.

Los científicos que conforman el equipo postearán los avances diarios en la web del proyecto, http://www.frc.ri.cmu.edu/projects/atacama/.

Foto: Carnegie Mellon University.