Agricultores son capacitados a través de un proyecto financiado por la Fundación de Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura.
Las lechugas se obtienen a través de cultivo hidropónico, técnica que consiste en utilizar el agua, y no el suelo, para obtener los vegetales, los que se comercializan en la Vega Central de la ciudad y en otras ciudades, como Tocopilla y Taltal. Para venderlas, el proceso de crecimiento demora 30 días en invierno y 20 en verano.
Las lechugas se instalan en unas piscinas de madera, cubiertas por mallas para evitar el efecto directo del sol, sobre plumavit, que sirven para evitar que caigan al agua, proceso que fue revisado por una experta en Producción Limpia, Paula Montaño, quien pertenece al programa Tecnolimpia, del Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL), organismo encargado de articular y promover esta estrategia en Chile.
Buenas prácticas
Tecnolimpia es un programa de orientación gratuita a la Pyme que a través de tres modalidades: asistencia telefónica, vía e-mail y visitas a terreno ofrece asistencia confidencial en la temática, a objeto de entregar recomendaciones, de cómo mejorar la reutilización del agua tras el crecimiento de las lechugas, la disposición correcta de los productos de las bodegas y las instalaciones de las piscinas.
En este caso, Montaño entregó una serie de recomendaciones de buenas prácticas, que no son costosas, pues se necesitarán de pequeños cambios para hacer más eficiente el proceso, lo que resultará conveniente para los cerca de 10 empresarios, que en el sector La Chimba, tiene producción de lechuga.
