Ante las numerosas referencias públicas donde se alude mi salida de la Intendencia en términos inexactos y malintencionados, hasta hoy he guardado silencio sobre las causas de mi renuncia a la Intendencia de la Región de Antofagasta, para no afectar la imagen del gobierno de la Excelentísima Sra. Presidenta de la República.
Lamentablemente, este silencio de mi parte ha sido aprovechado por otros para instalar una versión en la opinión pública, que no sólo distorsiona los hechos sino que afecta mi prestigio y larga trayectoria en el sector público.
Mi gestión en la Intendencia de la segunda región sólo mereció alabanzas por parte de todos los ministros y a quien lo dude baste recordarles las entrevistas de la Subsecretaria de Desarrollo Regional en diferentes medios de prensa (entre otros en El Mercurio de Santiago y revista Ya); en las que tuvo especiales menciones sobre lo bien que se estaba haciendo el gobierno regional en Antofagasta.
La causa de mi renuncia fue por discrepar con el Ministerio del Interior por la forma de intervenir ante la emergencia del Terremoto de Tocopilla, y el tiempo me ha dado la razón ya que se han ido presentando los problemas que advertí en forma verbal y escrita.
La instalación de una ministra en campaña no se justificaba ni técnicamente ni por experiencia, sólo respondió a un criterio comunicacional, ya que la solución de la emergencia fue la construcción de un alto número de mediaguas sin importar ni ubicación ni habilitación.
Esto lo afirmo porque poseo formación sobre atención de emergencias y catástrofes en Israel y en la Academia de Guerra del Ejército de Chile (Diplomados) además de haber trabajado directamente en la atención del Aluvión de Antofagasta en 1991, y en todos los episodios de emergencia acaecidos en la región entre 1990 y el año 2008.
Según el informe de Sernageomin de marzo de este año, los campamentos construidos en Tocopilla poseen serias deficiencias de todo tipo, y algunos están construidos en terrenos peligrosos por desprendimientos de tierra o aluviones.
La ministra en campaña en representación del Ministerio del Interior, limitó el rol de los servicios públicos que debían liderar el proceso de reconstrucción, tomando decisiones en terreno sin participación de las autoridades locales.
Reitero que mi desacuerdo con este enfoque y con algunas de las medidas adoptadas por la autoridad de Santiago, fue informada a través de todos los canales oficiales, porque así entiendo la Lealtad, de la misma forma que la define la Excelentísima Presidenta de la República en La Tercera del día 29 de junio reproduciendo su entrevista para el diario español El País: “Me relaciono con mis asesores y no les pido que me cuenten que las cosas están estupendas….Para mí la palabra lealtad significa decir lo que está mal y lo que está bien.”
También creo que el nombramiento de un ministro en campaña afectaba la autoridad del Intendente que para todos los efectos legales, es el representante del Presidente en la región y que velaba en su nombre por la seguridad de la población de Tocopilla para ese momento y para su futuro.
[6]El mensaje que entregó el gobierno con esta solución, es una muestra de centralismo y del poco compromiso con las regiones y sus autoridades . Dado que no se me escuchó puse mi cargo a disposición de la Sra. Presidenta a partir del día 21 de noviembre, ratifiqué mi renuncia en la 4° Notaría de Santiago (Cosme Gomila) el día 27 de Noviembre y el día 01 de diciembre el ministro del Interior me comunicó su aceptación.
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Con esta declaración, espero poder terminar con todos los rumores que circulan en relación a los motivos de mi renuncia y que la ciudadanía pueda juzgar certeramente pero contando con información que provenga desde la primera fuente involucrada. Además, quiero aclarar que no tengo afanes protagónicos pero estimo que mi capital reputacional no puede ser afectado por mezquinos intereses político-electorales.
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