Basada en el clásico del teatro, llega esta obra con un montaje fresco e innovador de factura antofagastina. Un buen acierto de la escena local que no hay que perderse, antes de que partan por gira a España. Todos invitados y lo mejor es que es gratis.
Hace tiempo que esperaba ver este tipo de teatro en Antofagasta: ágil, moderno, con una escenografía espectacular, música incidental en comunión con el movimiento escénico y la fuerza interpretativa de los actores, simbiosis que cautiva al espectador de principio a fin. Fuenteovejuna, obra teatral clásica del siglo de Oro español, escrita en verso por Félix Lope de Vega y Carpio en el año 1610, es la nueva apuesta del Colectivo La Sicaria, adaptada y dirigida en esta oportunidad por el director español invitado, Jesús Codina Oria.
El montaje que fue ganador de un Fondart Regional 2011, se presentará por última vez este año y de manera gratuita en nuestra ciudad, el 24 y 25 de noviembre en la explanada del patio interior de la Residencial Universitaria de Codelco, ubicada en Av. José Miguel Carrera 1805, a las 21:00 hrs. (Sector Av. Brasil). Ambas funciones son abiertas a todo público pero los cupos de asiento son limitados, por lo que es conveniente llegar temprano si quieren acceder a disfrutarla sentado.
Les cuento mi impresión como espectador para ver si se animan a ir a verla. Como yo ya la vi, y me gustó al punto de aplaudirlos de pie, quise escribir este comentario. De partida, cuando llegas al recinto lo primero que aprecias es la gran escenografía que se impone por altura, materialidad y vanguardia. Es una buena señal de lo que se viene a continuación. Al documentarme entiendo mejor la idea del Colectivo La Sicaria, que es el usar en cada una de sus obras, como sustento escenográfico, contenedores marítimos intervenidos de tal manera que permitan su desplazamiento fuera y dentro de ellos. Son recuperados y transformados en cada nuevo proyecto que emprenden.
En este caso, para “Fuenteovejuna S.A” se reciclaron tubos de plásticos, fierros, viejas maquinarias, artículos en desuso, como engranajes, viejas tablas de planchado, un sillón de peluquería, entre otros elementos curiosos, los que amalgamados entre paredes de latón oxidados de viejos containers, logran crear una atmósfera deprimente y asfixiante donde transitan personajes, hombres y mujeres sometidos a un régimen de opresión y maltrato.
En cortas y reiteradas escenas casi fotográficas, los protagonistas abren y cierran portones de correderas, las horas y los días pasan entre gritos descarnados, humillaciones y vejaciones de doncellas. Entre tanto dolor y desamor, maltratos y el impedimento de la unión conyugal entre Laurencia y Frondoso, los ánimos de todos los humillados ante la tiranía del señor Comendador llegan a tal punto, que toman la justicia por sus manos y en una sed de venganza inusual acaban con alevosía con la vida del perverso Fernán Gómez de Guzmán. Lucrecia junto a su padre, novio y otro grupo de deshonrados lo torturan hasta la muerte y sin miedo a las consecuencias ni a los castigos de la justicia real, en un pacto secreto de silencio, los que asesinaron al Comendador no están dispuestos a develar quién fué o cómo le dieron muerte. No dirán nada aunque sean sometidos nuevamente a torturas en manos del pesquisador o juez que busca esclarecer los hechos. Ante lo acaecido nace la pregunta de los justicieros: ¿quién mató al Comendador? con la consiguiente y única respuesta dolorida que se escuchará de sus bocas sin temor a morir: ¡Fuente Ovejuna!, Señor. Hasta el día en que los acusados son llevados ante los Reyes Católicos, y en un acto de humildad, respeto y obediencia se arrodillan ante ellos y le expresan el deseo de que quieren ser solo sus vasallos y de nadie mas, consiguiendo gracias a esta acción el perdón real y su protección.
“Fuenteovejuna”, no es un hombre sino es el nombre de un pequeño pueblo ovejero donde suceden los acontecimientos. Pero en esta singular adaptación, las doncellas maltratadas no son criadas de un palacio remoto, sino operarias de overol y sudor que laboran en la fábrica de la que es dueño el Comendador, y es al interior de sus bodegas donde cometió las mayores atrocidades contra sus trabajadoras donde también sentencia su propia muerte.
Una historia ficticia narrada siglos atrás que en la actualidad lamentablemente todavía sucede. A diario se siguen cometiendo todo tipo de abusos contra las mujeres; la irracionalidad e inmoralidad del género masculino no tiene límites cuando quiere imponer su fuerza hacia el mas débil. Tiranos como Fernán Gómez de Guzmán están siempre buscando Laurencias, Pascualas y Jacintas para violar o matar sin piedad; y es penoso saber que la justicia muchas veces no llega a tiempo o hace caso omiso frente a tanto bárbaro.
La violencia en todas las sociedades va en aumento, y la falta de un sustento espiritual que guíe nuestros corazones a la larga, creo que terminará con todos los cuentos de final feliz. ¿Viviremos por siempre dentro de esta tragedia?. Pareciera que el destino de la humanidad ha sido siempre el sufrimiento y seguirá este patrón de injusticias por los siglos de los siglos, pero mientras sigan existiendo los humillados existirán también las almas sensibles que remecen conciencias, como lo hizo Lope de Vega con su Fuenteovejuna, o los artistas y actores que participan en esta gran adaptación de Codina.
Doy las gracias por eso, es mi consuelo, quizás un pequeño respiro mágico y esperanzador que nos hace reflexionar frente a la indiferencia o frialdad con que a veces enfrentamos como sociedad situaciones de abuso e injusticias, por lo que revelar lo que muchas veces permanece oculto o paralizado por el miedo, cobra un sentido mayor al ocupar el arte como medio liberador o transformador de las sociedades. Las manifestaciones artísticas nunca dejarán de ser la mejor arma de combate ante las injusticias sociales puesto que reflejan el alma de un pueblo que está dispuesto a gritar, protestar o vengar cualquier acto de atropello. Yo postulo que si vamos a tomar la justicia por nuestras propias manos, hagámoslo no a sangre fría, sino a través del arte; ¿no creen que sería perfecta la vida si todos la miráramos y la sintiéramos con ojos de artista?.
Elenco
Quiero terminar reconociendo el buen desempeño actoral mostrado en “Fuenteovejuna S.A.”, que con genuina generosidad regalan instantes de alta emotividad, y la participación especial de Ángel Lattus y Teresa Ramos, respetados actores de Antofagasta que comparten escenario con los talentosos jóvenes: Natalia Rojas, Nicolás de Terán, Gonzalo Durán, Claudio Ortiz, Miguel Krstulovic, Denisse Juárez, Francesca Santoro y Ricardo Díaz.
El trabajo en la subdirección de Marcelo Salinas, la composición musical de Claudio Merlet, el diseño escenográfico de Franne Goic que fue ejecutado por Juan Alliú y Mauricio Merlet, el diseño de sonido de Patricio Toledo, la gráfica de Josefina O´Ryan y el excelente diseño de vestuario a cargo de Jorge Wittwer, hacen de este montaje, un trabajo digno de exportación para ser visto en otras ciudades. Y tengo entendido que recibieron una invitación para mostrar esta obra en España, lo que es un importante logro para esta compañía antofagastina que lleva cortos años de vida, pero que sin duda va a dar mucho que hablar a nivel nacional.
Container
El formato de “Teatro Container”, denominación que el Colectivo La Sicaria le da al concepto que están desarrollando como compañía, busca convertirse en un referente o un nuevo soporte para las artes, que promueva otra forma de ver y hacer arte en regiones. Al reciclar y ocupar elementos propios de Antofagasta, su paisaje natural, urbano o industrial, sobretodo, la particularidad de ser ciudad-puerto.
Ahora con “Fuenteovejuna S.A.” y antes con “Paralelo 24: Mariginados”, la compañía antofagastina muestra claros signos de un teatro de vanguardia donde el teatro, la música, la danza y el diseño se interrelacionan y complementan en cada experiencia, lo que resulta interesante y un aporte, porque están creando un nuevo lenguaje escénico. Si la idea es perpetuarse en el tiempo, el futuro del Colectivo La Sicaria es bastante prometedor. Enhorabuena: ¡Fuente Ovejunos!.
Para terminar solo desearles éxito si se concreta la invitación que tienen de ir a presentar la obra a España, y que se repleten estas dos últimas funciones gratuitas. Un consejo para los mas friolentos, vayan abrigados por que el montaje es al aire libre.
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