trabajadores-e1335777068245.jpg [6]

Por Claudio Medrano

Difícil se ve la discusión por el monto del salario mínimo para los trabajadores este año, luego que el Gobierno descartara aprobar la propuesta presentada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que plantea un sueldo base de 250 mil pesos.

Fue la propia ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, quien sostuvo que un aumento de esa proporción pondrá en riesgo la generación de empleo, que en este momento es prioridad para el Ejecutivo.

No obstante, estas explicaciones no son aceptadas por las organizaciones sindicales, quienes acusan falta de voluntad del gobierno para tratar el problema. Por lo mismo, anunciaron que no negociarán con el Ejecutivo este año, como sostuvo el presidente de la CUT, Arturo Martínez.

“El Gobierno tiene que ponerse serio y discutir con los trabajadores la posibilidad de subir el salario mínimo y no estar amenazado con el desempleo cuando ellos están tratando de subir sus salarios. Y dígannos por qué no es posible, que nos diga el ministro Longueira o el ministro Larraín por qué ellos ganan 3 millones, 4 millones ó 5 millones y los trabajadores no pueden ganar 250”, cuestionó Martínez.

Quienes se cuadraron con el Gobierno son los empresarios, que tampoco ven con buenos ojos que se aumente el salario mínimo a 250 mil pesos.

Para el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Lorenzo Constans, la cifra debe ser fijada pensando en la continuidad de las pequeñas y medianas empresas.

“Fijar una cifra que sea extremadamente alta puede perjudicar a las empresas pequeñas que están funcionando y, la verdad, es que a mí me hace mucho sentido el ingreso total que las personas puedan tener. Bajo ese punto de vista ese es el análisis que hacemos nosotros”, manifestó Constans.

En medio de este debate, el Gobierno entregó una nueva señal a los trabajadores de que no se está pensando en un aumento significativo del salario mínimo, sino al contrario, pues presentaron un proyecto que busca reducir los sueldos en tiempos de crisis económica.

La iniciativa, como explica la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei,  pretende mantener la plaza laboral del trabajador, a cambio que éste renuncie a parte de su salario.

“Lo que nosotros queremos es una ley permanente, pero cuyos efectos se gatillen cuando haya realmente una situación de amenaza a los trabajos en Chile. La idea es que se puedan poner de acuerdo empleadores y trabajadores para reducir la jornada a la mitad,se trabaja la mitad, pero se recibe el 75 por ciento del sueldo y el resto del tiempo se capacitan”, indicó la titular de Trabajo.

Al respecto, la Central Unitaria de Trabajadores, mostró su preocupación por esta iniciativa, que ve como un primer paso para implementar la flexibilidad laboral.

El próximo 15 de junio se reunirán los sindicatos federados a la CUT, para tomar acciones y definiciones, de las cuales no se descarta una paralización como la ocurrida en agosto de 2011.