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Para el hincha de Cobreloa el partido fue una pesadilla. Tener ocasiones de gol clarísimas y no concretarlas y que tu equipo rival llegara cuatro veces y convierta la misma cantidad de goles, hace desesperar a cualquiera.

Un triste momento es el que vive el equipo de Calama que fue humillado por Universidad de Chile en el Estadio Calvo y Bascuñán de Antofagasta, tras una goleada por 4-0 ante más de 10 mil personas, que reflejó que el 95% era hincha del elenco estudiantil.

Pese a que el cobro de la entrada fue el más excesivo de todo el fútbol chileno y en la historia del Estadio Regional, incluso si comparamos, es casi el precio para ver un partido de la Selección Nacional, el seguidor azul sabe que su equipo anda bien y que si ganaba este encuentro, entra en tierra derecha para obtener el título, y en eso, no se equivocó.

El elenco de Martín Lasarte fue dominador casi absoluto de las acciones, salvo unas acciones de peligro que pasaban de los pies de Rocco y Méndez por los locales que exigieron a Johnny Herrera, fue el equipo estudiantil el que puso la pausa y también los goles en el gramado de avenida Angamos.

Cada vez que los Zorros intentaban acercarse al área azul, se encontraban sin ideas ni fondo futbolístico, versus un líder absoluto del torneo que sabe a lo que juega y que pese a las bajas de Ubilla y Canales, supo solventar su espacio a punta de abrir el frente de ataque y generar acciones de gol, que por fortuna de la visita, se concretaron en el momento justo.

En el primer tiempo, los azules contaron con las mejores opciones de abrir la cuenta con constantes ataques y contragolpes que tomaban mal parados a los defensores loinos, pero que en el final se convirtieron en goles y una fiesta para los hinchas azules.

Los goles de la visita salieron de contragolpe y velocidad, primero de parte del seleccionado uruguayo Mathías Corujo a los 19 minutos, para luego aumentar en el segundo tiempo con Patricio Rubio a los 57’, siguió la fiesta con un golazo de César Cortés a los 61’ y cerró la goleada Benjamín Vidal con un frentazo que dejó sin opción a Luciano Palos cuando el partido ya expiraba a los 91’.

Una demostración de las diferencias abismantes entre ambos equipos, mientras uno está a tres partidos de la gloria, los locales sólo quieren que el certamen concluya y así planificar el próximo año, que será el más difícil en todo su historial para Cobreloa, porque si el campeonato termina ahora, los naranjas bajarán por primera vez en la historia, una pena para el que fue uno de los vicecampeones de América y protagonista habitual del fútbol chileno.

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