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Los participantes de la actividad fueron divididos en dos grupos: “semillitas” los más pequeños y “germinadores” los más grandes. Todos ellos, a través de lúdicas actividades, aprendieron acerca del desierto sustentable, biodiversidad, uso eficiente de recursos naturales, ecosistemas, ciencia y naturaleza, los secretos de las plantas, agricultura urbana y más.

Es importante destacar, que cada año la Escuela de Verano es una actividad gratuita y cuyo objetivo apunta a que los niños aprendan de la naturaleza y el entorno que los rodea.

En esta línea, la directora de Asuntos Corporativos y RSE de Aguas Antofagasta, Macarena Bassaletti Inzulza, manifestó que “nos sentimos muy contentos y satisfechos de cómo hemos ido desarrollando y logrando que los niños entiendan, a través de estas acciones participativas, aspectos sobre el  cuidado del medio ambiente”.

La actividad contó con una ceremonia de cierre, que congregó a padres de los pequeños, sus monitores y ejecutivos de la sanitaria, quienes vieron un emotivo video del programa desarrollado. Al finalizar, los niños recibieron un obsequio práctico del Jardín Botánico, para luego dar a conocer a través de una exposición, los distintos trabajos realizados en la semana.

En febrero se llevará a cabo una segunda fecha de la IV Escuela de Verano, en la cual participarán nuevos niños que pasarán a ser investigadores de la naturaleza.

En este contexto y considerando el impacto positivo del Jardín Botánico en la comunidad, el balance de visitas durante 2014 fue de 13.645 asistentes, cifra mayor a la registrada en 2013 que fue de 13.163 visitas.