Un problema que ha acaparado la atención pública, también de las autoridades correspondientes y del ámbito político, es algo que ha surgido como la punta de un iceberg, al encontrarse en investigación un casi invisible monopolio encubierto en la comercialización de los medicamentos. Pareciera que la ética comercial es una expresión desconocida para ese segmento farmacéutico.
Hay casos en que la ganancia supera la ficción –comentan usuarios- porque el valor a público es 1.000 a 5.000 % superior al costo de los medicamento. El cliente, inexperto en estas camarillas, corre a esas farmacias días determinados a la semana a adquirir remedios con porcentaje de descuento, que para aquellas farmacias es como sacarle un pelo a un perro.
Chile debe ser uno de los pocos países en el mundo que acepta este tipo de negocios en libertad de mercado, tan libre que se crea un oligopolio farmacéutico que permite el aprovechamiento, etiquetando los medicamentos a precios increíblemente recargados ¿Cómo pueden sostener una tremenda infraestructura de cientos de farmacias, si no es con las jugosas ganancias de los medicamentos?
Hoy se dice que existen tres cadenas farmacéuticas que cubren el 93% de la venta de medicamentos a público, pero, en realidad son solo dos. Una es la Ahumada, porque la Fiscalía estaría investigando la vinculación que tendría Salcobrand con Cruz verde, lo que vendría a ser una sola cadena unida.
Los medicamentos son un bien público, porque tienen que ver directamente con la vida. Se podría decir que la acción de mantener inflados precios de medicamentos, es inhumano.
Las farmacias de estas cadenas, usualmente, no venden productos genéricos, solo los de marca y que dejan un buen margen, no así los genéricos, que son baratos y producen los mismos resultados. La mayoría de las veces los genéricos se terminaron "ayer", según señalan algunos dependientes de farmacias, pero sí está disponible para la venta, el que fabrica la cadena de farmacias.
Las autoridades de salud han proyectado colocar una suerte de almacenes farmacéuticos, que estarían ubicados en hospitales, centros médicos y locales.
Es el momento, antes de seguir descubriendo el resto del iceberg, de que se investigue profundamente y que se legisle para evitar sigan estos abusos de las cadenas farmacéuticas inescrupulosas.
Pero, no debe olvidarse que este mismo oligopolio farmacéutico, también auspicia programas y noticieros en la televisión que todos los chilenos pueden observar cada noche. ¿Quiénes están detrás de esta comercialización, el negocio de las farmacias, que es uno de los mejores del país?
FOTO: antitezo [6]
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