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Tras más de cuatro horas de discusión, la Comisión de Evaluación Ambiental aprobó de manera unánime la Resolución de Calificación Ambiental que permitirá ejecutar el proyecto de relleno sanitario Chaqueta Blanca.

La aprobación de este relleno sanitario tiene por objetivo dar solución a los actuales problemas de basura domiciliaria que afectan al vertedero La Chimba.

El costo del proyecto asciende a M$4.263.418 y será financiado por la Subdere, tras la Declaración de Impacto Ambiental aprobada por los distintos organos del Estado con competencia ambiental.

La construcción del Centro de Tratamiento y Disposición de Residuos Sólidos Domiciliarios y Asimilables, se ubicará a seis kilómetros por la ruta 26 Salar del Carmen, siendo una solución a largo plazo para el tratamiento de los desechos domiciliarios.

De lo anterior, se desprende que el proyecto no genera ni presenta ninguno de los efectos, características o circunstancias establecidas en el artículo 11 de la Ley Nº 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, lo cual permite avanzar a la etapa de construcción, tarea que llevará a cabo la empresa contratada Consorcio Santa Marta, en un plazo de 120 días.

Frente a las observaciones o condiciones de aprobación entregadas en la Comisión Evaluadora, desde la casa consistorial informaron que todo proyecto de gran envergadura como es el relleno sanitario requiere de condiciones que exijan y garanticen su buen funcionamiento, cuya vida útil será de 20 años, por lo cual el seguimiento de cada obra será muy estrictamente fiscalizado por la municipalidad.

Vertedero La Chimba 

De forma paralela, el municipio contrató a la empresa Amphos 21 (adjudicación financiada por Subdere), para ejecutar la primera etapa del Plan de Remediación y Recuperación vertedero La Chimba.

El plazo es de 365 días para la ejecución de los estudios de prefactibilidad cuya inversión es del orden de los 200 millones de pesos aportados por la Subdere, análisis que tienen como objetivo efectuar un completo diagnóstico del sector en el que se emplaza el vertedero y sus alrededores, de modo de determinar el tipo de proyecto de desarrollo urbano que puede ejecutarse en la zona posterior al cierre del recinto.