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Antofagasta contará con un nuevo espacio cívico y comunitario para la cultura, el emprendimiento e innovación de las industrias creativas. Se trata de “Espacio Abaroa”, proyecto que recupera un anhelado sueño de los antofagastinos de recuperar un ícono de la arquitectura situado en pleno corazón del Parque Brasil: la casa Abaroa.

Actualmente se trabaja en un estudio de prefactibilidad que busca identificar la mejor alternativa para consolidar en el emblemático inmueble patrimonial un proyecto de restauración, a través de un espacio cívico que aloje diversas disciplinas y usos del área comunitaria, cultural, emprendimiento e innovación de las industrias creativas, complementada con espacios flexibles de usos mixtos.

Este proyecto tiene un costo de inversión estimado en 3 mil 500 millones de pesos, recursos provenientes de FNDR. La puesta en marcha del “Espacio Abaroa” consiste en las siguientes etapas: desarrollo del estudio de prefactibilidad, consolidación de un modelo de gestión, diseño y ejecución.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA

La opinión de los ciudadanos es fundamental para crear un modelo de gestión cultural que permita una adecuada administración de este espacio cívico que será una suerte de nuevo “clúster creativo”. Es por ello que se invita a la comunidad a sumarse al espacio de “Participación Ciudadana Virtual”, sitio que estará abierto por medio de una encuesta digital a partir de este viernes 29 de mayo y hasta el domingo 7 de junio.

Para conocer más sobre esta iniciativa y responder consultas en directo este viernes 29, a las 18.30 horas, se invita a la opinión pública a que participe en un webinar (contenido en versión de carácter educativo), transmitido a través del canal oficial de Youtube del Gobierno Regional de Antofagasta (www.goreantofagasta.cl [9])

HISTORIA DE LA CASA ABAROA 

La Casa Abaroa es un antiguo inmueble construido en 1920 por el arquitecto español Jaime Pedreny bajo el encargo del empresario Andrónico Abaroa. Se ubica en el límite poniente del Parque Brasil de Antofagasta. Este sector antiguamente era usado como Cancha de Carreras. Fue urbanizado a comienzos del siglo XX, transformándose en un eje residencial de la sociedad acomodada en aquella época. Aquí se construyeron residencias familiares tipo villa con características arquitectónicas propias de la época. Este proceso fue acompañado por una forestación y creación de áreas verdes que conforman hasta la fecha un atractivo paseo público.

La casa de inspiración neoclásica tiene dos pisos con un subterráneo, que suman una superficie de 1.716 m² construidos. Fue donada por la familia Abaroa al Estado chileno. Posteriormente fue entregada en comodato a diferentes instituciones como la Fuerza Aérea de Chile y al Fondo Nacional de Salud (Fonasa). Con el paso de los años sufrió un deterioro importante gracias al abandono y la acción climática. Frente a tal situación y el interés de empresas inmobiliarias por adquirir el predio la Universidad Católica del Norte promovió su declaratoria como Monumento Nacional en 1998. Sin embargo, tuvieron que pasar ocho años para que fuera protegida gracias un nuevo esfuerzo, encabezado por la Corporación Casa Abaroa.