En su primer acto oficial como nuevo canciller de Colombia, Jaime Bermúdez envió una nota de protesta al Gobierno de Nicaragua, la más reciente en medio de las tensas relaciones diplomáticas que mantienen los dos países desde hace meses.
La nota del Gobierno de Colombia se produjo horas después de que se conocieran versiones periodísticas procedentes de Nicaragua, de acuerdo con las cuales Daniel Ortega se dispone a recibir una misión de alto nivel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“El Gobierno colombiano no autoriza, ni avala gestión alguna que pretende adelantar el señor Ortega en relación con una organización terrorista, en este caso las FARC, toda vez que constituiría una violación al principio de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados”, dijo la nota.
“Cualquier actividad que se desarrolle en tal sentido, tiene que contar con la aprobación del Gobierno de Colombia”, precisó.
El canciller colombiano, quien dio a conocer la nota de protesta después que tomó posesión del cargo, rechazó el tratamiento de “hermanos” que da el presidente de Nicaragua a los integrantes de las FARC, consideradas como organización terrorista por EE.UU. y la Unión Europea.
“Resulta ofensivo para la nación colombiana que se otorgue ese tratamiento a los miembros de un grupo terrorista que comete crímenes de lesa humanidad, incluyendo secuestro, el reclutamiento de menores, la utilización de minas antipersona y de armas no convencionales de efecto indiscriminado”, afirmó.
La nota anunció que presentará el caso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por tratarse de expresiones que violan la Convención Interamericana contra el Terrorismo y resoluciones de las Naciones Unidas en el mismo sentido.
Ortega, un antiguo guerrillero durante la revolución nicaragüense, dijo que Colombia es “un foco de inestabilidad en América Latina”.
Ortega comparó la situación actual de las FARC, que ha tenido importantes reveses en los últimos meses, con la del Frente Sandinista de liberación Nacional (FSLN) a finales de los años 70, cuando, luego de haber perdido algunas batallas, el gobierno militar de Anastasio Somoza lo declaró derrotado, aunque poco después llegó al poder.
Daniel Ortega aseguró que el conflicto colombiano “no se resolverá por la vía militar” ni por “el aniquilamiento de las FARC”.
El presidente de Nicaragua a diferencia de los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez y de Ecuador, Rafael Correa, no les ha pedido a las FARC que abandonen la lucha armada. También Ortega ha sido duramente criticado por el Gobierno de Colombia, por haber otorgado asilo a los guerrilleros sobrevivientes del ataque al ejército colombiano en Ecuador que mató al portavoz de las FARC, Raúl Reyes, en marzo.
Fuentes:
Reuters
BBC
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