¿Educación Municipalizada o Fábrica de Obreros?

22 Junio 2008
Necesitamos urgentemente una revisión seria de la didáctica utilizada en la educación municipal, pues la evaluación docente es una farsa, ello porque los profesores son preparados extracurricularmente. Por Mauricio Toro
Mauricio Toro >
authenticated user Corresponsal
Es increíble ver que en pleno siglo XXI, exista aún en nuestro país la pervivencia de los mismos mecanismos de sometimiento señorial que entre los siglos XVII y XIX disciplinaron la sociedad chilena desde las faenas mineras hasta las del agro, Ahora institucionalizados, desde la municipalización de la educación en 1980, por los colegios y liceos municipales de una manera tan radical, que los profesionales asociados al área educacional se transforman en capataces al servicio de su patrón que no es el estado de Chile, sino el patrón de éste, nos referimos al gran empresariado (Luksic, Angelini, Matte, Paullman). Éste no desea el desarrollo de habilidades cognitivas de orden superior en los estudiantes de la educación municipal, sino solo requiere obreros “algo” calificados y por sobre todo serviciales y adoctrinables para sus empresas de degradación ambiental, pues no olvidemos una breve revisión de las plantas de celulosas, por ejemplo en Valdivia, la que nos muestra como los ingenieros de máquinas, son en su mayoría canadienses y norteamericanos; por lo que los liceos industriales en Chile solo forman obreros de mano barata para estas empresas.
Un breve vistazo de la educación municipal, especialmente en los liceos prioritarios, es decir, aquellos que obtienen puntajes inferiores en el SIMCE, y donde por obligación deben aceptar a todos los estudiantes, nos muestra ciertos indicadores con resultados negativos y que preparan una fermentación del tensionamiento social cada día más latente en la sociedad chilena y que más temprano que tarde va a estallar con toda fuerza y no de la manera más o menos pacífica como fue el 2006 con el “movimiento pingüino”, sino quizás con ribetes insospechados de violencia y resistencia social -que ya vimos en las movilizaciones de esta semana- de no hacer algo en el camino y a la brevedad posible.
Ello, porque los liceos prioritarios y la educación en general impartida se ha transformado en una cárcel más. Esto por las siguientes razones:
1. El foco de atención en los liceos y colegios se basa por sobre todo en el disciplinamiento social estricto de los estudiantes sin ningún interés por parte de los profesionales de la educación por el desarrollo y el logro de los aprendizajes de tipo significativo, llámese análisis, síntesis, comprensión o fomento del espíritu crítico. Es decir, los principales focos de atención de la gran mayoría de estos establecimientos se basan en el “pasar materia” de manera memorística y por medio del dictatorial-dictado y por sobre todo, en el vigilar y castigar el no cumplimiento de las “adecuaciones formales” del establecimiento a las cuales se debe sujetar el estudiante, llámese uniformes, sacarse los aros, sacarse los piercings, tener el pelo corto, etc. y un sinnúmero de aspectos que no tienen ninguna importancia ni trascendencia en el logro de los aprendizajes.
Más aún, siendo una tónica de todos los liceos municipales del país y quizás de la educación chilena, se asocia el uniforme, el corte de pelo, etc., con “desarrollo y civilización”, mientras que el poseer formas propias y autóctonas de diferenciación cultural, indígena en las escuelas rurales, y todo lo que implica la cultura juvenil urbana: aros, cortes de pelos alternativos, piercings, etc., como sinónimo de “salvajismo”, volviendo a la antigua retórica que trajo Barros Arana a discusión por allá en el segundo tercio del siglo XIX, que provocó a nivel académico, la legitimación educacional de la aniquilación de los mapuches, en la mal llamada por los libros de clases y la historia oficial, “Pacificación de la Araucanía”, donde se “pacificaron” a estos “salvajes” mapuches en la jerga de Barros Arana a sangre y fuego. Se justifica así hasta el día de hoy el genocidio y usurpación violenta de territorios mapuches por los ejércitos republicanos, hoy ocupados indebidamente por el gran empresariado, especialmente la familia Matte-Larraín y Forestal Mininco en la región de la Araucanía.
De este modo, en este primer punto se aprecia claramente que el objetivo de los liceos en nuestro país, especialmente los prioritarios, no tienen otra función más que el disciplinamiento forzoso del estudiantado; donde el “aprender haciendo” se transforma en nada más que semántica y eufemismo, pues por lo que realmente están velando colegios, liceos, directores y profesores, es por el disciplinamiento de estos “salvajes” de los sectores populares, tal como en el siglo XIX con el pueblo mapuche. Mantenemos así la exclusión y la desigualdad socio-económica vergonzosa que se fomenta en nuestro país desde la base militar-disciplinaria en la educación municipal.
2. Los profesionales de la educación, sin preparación en la reforma educacional en la gran mayoría de los casos, solo adhieren a mantener el “pasar materia”, es decir, al dictar o hacer memorizar o leer desde una presentación, por lo que se mantiene el reino de la jerarquización docente. Pero no olvidemos su origen en la formación universitaria, que es inherentemente autoritaria y dictatorial, es solo que vean alguna clase de historia en la Universidad de Concepción donde la dogmatización neoliberal es norma, en que la participación efectiva de los estudiantes es nula, invisibilizándose sus aportes a todo nivel, ya que comprenderemos que el “dar la palabra” para las dudas por algún “democrático” docente, no es derecho a la participación, sino que es en mucho de los casos solo un trampa para ridiculizar a los estudiantes; modelo que se mantiene posteriormente en la educación secundaria, especialmente en los liceos prioritarios. Dar derecho a la participación es por sobre todo, insertar al estudiante en el proceso de construcción del conocimiento, que será a futuro su conocimiento, el que transmitirá a sus futuros estudiantes de liceos y colegios.
Necesitamos urgentemente una revisión seria de la didáctica utilizada en la educación municipal, pues la evaluación docente es una farsa y a la vez un fraude, ello porque los profesores son preparados extracurricular, única y exclusivamente para completar ese portafolio. Claro, no sin ser “asesorados” por algunos jóvenes colegas que por unos pocos pesos y debido a su cesantía por la apertura de cientos de universidades e institutos de dudosa calidad que egresan a profesores por toneladas, deben recurrir a esta ilegalidad para subsistir; por lo que la evaluación docente se transforma en una simulación ficticia de una clase, que es solo "teatro de primer nivel", pues al día siguiente de la grabación de la clase, volvemos al mismo modelo rígido de imposición, disciplinamiento social, anulación e invisibilización de los estudiantes, y lo peor de todo, especialmente en los liceos prioritarios.
Volvemos a mantener el daño hecho en las mentes de los sectores populares durante ya 500 años, pues desde la conquista, se les ha quitado el derecho a pensar, sentir y sobre todo a reflexionar y accionar ciudadanamente, imponiéndoseles todo, desde un modelo de estado en los territorios Mapuche y Aymara, hasta abominables religiones como el cristianismo imperial que calificó y sigue haciéndolo, con los legionarios de Cristo y el Opus Dei, como “satánicas” sus formas de vida milenarias tildándolas de “bárbaras”, por ejemplo, en sus cortes de pelo, vestimentas y ritos; todo lo cual hoy en día se traslada a los liceos y colegios de nuestro país, donde el corte de pelo y el uso del uniforme se hace ley, en vez de ser ley la tolerancia, el respeto a la diversidad humana y cultural, la participación y la democratización en la sala de clases, donde se firmen contratos sociales en acuerdo de estudiantes y profesores no solo en las formas sino también en el fondo de lo que se aprenderá, donde no todo dependa de la voluntad omnímoda de un profesor determinado.
De nada sirve que el Colegio de Profesores llame a movilizaciones contra la L.E.G.E., durante esta semana, si no aportan con cambiar sus modelos mentales patronales y señoriales dictatoriales de hacer clases; pues solo serían cambios de forma los que se lograrían, pero no de fondo. De ahí que la única solución ciudadana viable para lograr la desmunicipalización y el fin del afán de lucro que existe en la educación, sea partir de una completa unidad y organización estudiantes-profesores, informando a la ciudadanía de los problemas de la educación y haciendo por lo mismo partícipes de las movilizaciones a la comunidad educativa, padres, apoderados, personal no docente y docente. De lo contrario solo nos conducirá a paros, movilizaciones y tomas muy valorables, pero inútiles desde el punto de vista del objetivo a lograr; que es el fin de la privatización de la educación pública en manos de las ineficientes municipalidades y sus Direcciones de Educación Municipal (D.E.M).
Mi reflexión final es; ¿Acaso algún día tomaremos en cuenta los ejemplos de aquellos países europeos con los que tanto nos gusta llenarnos la boca, especialmente en lo relativo a enfocarse en los aprendizajes y no en el corte de pelo y el largo de la falda de las estudiantes?. Una ardua tarea, si es que algún día queremos superar el patrón feudal-señorial que rige en la educación chilena y motivar desde este cambio mental, una efectiva democratización ciudadana.

Comentarios

Imagen de francisco javier garcia

me parece interesante pero

me parece interesante pero habria que intentar hacer un esfuerzo de conocer cual es el grado de desvio en la capacitacion directiva, pero fundamentalmente en la participacion social, si bien es cierto que las desiciones se acercan con la municipalizacion, al igual q los recursos, me parece que no es falla del concepto de municipalizacion, mas bien es una distorcion desde la implementacion de la norma, supervision y participacion de social.