Obama y Netanyahu no resuelven diferencias

26 Marzo 2010
Tras dos días de intensas negociaciones en la Casa Blanca, los gobiernos de EE.UU. e Israel no han podido mostrar ninguna clase de avance en los esfuerzos para relanzar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos. Por Gloria Del
Gloria Delucchi >
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"Pocas veces se ha dicho tan poco de un encuentro tan importante, que tanto se ha extendido, entre EE.UU. y uno de su más cercanos aliados", informó desde Washington el corresponsal Richard Lister.

Lister agregó, que a pesar de dos horas de reunión entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, seguidas de otro diálogo entre el líder israelí y el enviado especial de EE.UU. a Medio Oriente, George Mitchell, ninguna de las dos partes ha emitido ningún comunicado importante sobre las conversaciones mantenidas, ni se han difundido fotografías de los encuentros.

Aunque se desconoce exactamente cuál era la agenda del gobierno anfitrión, está claro según informan los corresponsales en Washington, que el reciente anuncio de nuevas construcciones en Jerusalén Oriental por parte de las autoridades israelíes ha sido el tema central de las discusiones.

"Pero las relaciones entre EE.UU. e Israel se encuentran en un nivel inusualmente bajo y hay frustración en la Casa Blanca por el estancamiento en las negociaciones árabes-israelíes", manifestó Lister y agregó que "la administración de Obama cree realmente que Israel debe hacer más para quebrar el impasse".

El presidente Obama ha exhortado al premier israelí a tomar las medidas necesarias para restaurar la confianza en el proceso de paz, durante lo que el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, calificó de conversaciones "honestas".

Gibbs además, indicó que Washington estaba buscando "esclarecer" los planes israelíes anunciados recientemente para construir 1.600 viviendas en Jerusalén Oriental.

En cualquier caso, el portavoz reiteró que existe un "vínculo inquebrantable" entre EE.UU. y el pueblo de Israel.

Por su parte, desde la delegación israelí aseguraron que hubo "una buena atmósfera" en las conversaciones entre los mandatarios.

Tras su reunión con el presidente estadounidense, Netanyahu decidió prolongar su estancia en Washington para tener la oportunidad de reunirse con el enviado especial de EE.UU. para Medio Oriente, George Mitchell.

Mitchell regresó a Washington el martes tras entrevistarse en Cisjordania con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas.

El distanciamiento entre los tradicionales aliados comenzó hace dos semanas tras el anuncio israelí de la construcción de nuevas viviendas en el asentamiento de Ramat Shlomo, realizado mientras el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, se encontraba de visita a la región, lo que causó indignación en la Casa Blanca.

Antes de que Netanyahu se reuniera con Barack Obama, en un encuentro destinado a aliviar las tensiones entre Israel y EE.UU., el ayuntamiento de Jerusalén aprobó la construcción de otros 20 apartamentos en el este de la ciudad, de mayoría árabe. Según el corresponsal en Medio Oriente, Paul Word, Netanyahu puso en práctica recientemente un nuevo procedimiento para vetar anuncios de construcción de viviendas que puedan ser embarazos e inoportunos para su gobierno en un momento de tensión diplomática.

"Claramente, este procedimiento no está funcionando", señaló Word.

Lo que está en el centro del debate, agrega el periodista, es la insistencia de Netanyahu de que, para los israelíes, construir en Jerusalén es lo mismo que edificar en Tel Aviv, algo con lo que los palestinos no están de acuerdo.

Y esta discrepancia, explica Word, podría hacer fracasar los actuales esfuerzos para que israelíes y palestinos regresen a la mesa de conversaciones.

El propio Netanyahu manifestó en Washington que la reanudación del diálogo de paz en Medio Oriente podría retratarse por la demanda palestina de la congelación de la construcción de asentamientos judíos.

Fuentes:-
BBC
EFE