Enríquez-Ominami: “Chile mantiene un absoluto doble estándar respecto al tema del agua"

El presidente del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, celebró este viernes la decisión de la Asamblea General de la ONU, tomada el pasado 28 de julio, que declaró el agua potable como un derecho humano básico, pero cuestionó que esta decisión pueda tener un impacto real en Chile.

Al respecto, Enríquez-Ominami recordó que existía un proyecto de reforma constitucional que establecía el agua como bien nacional de uso público, el que fue rechazado por el gobierno de Sebastián Piñera en sus primeros 100 días de gobierno: “Celebramos la decisión que 122 países respaldaron en la ONU, entre ellos Chile. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que el gobierno chileno mantiene un absoluto doble estándar respecto al tema del agua, primero al rechazar una reforma que ya estaba aprobada en las comisiones de la Cámara Baja y con los constantes anuncios de privatización de sanitarias”.

La iniciativa fue una de las propuestas más importantes de Enríquez-Ominami durante su candidatura presidencial, por la que también dio una ardua pelea como diputado siendo miembro de la Comisión de Agricultura.

La iniciativa legal había sido aprobada por las comisiones de Constitución y Agricultura, sin embargo, fue rechazada por el gobierno de Sebastián Piñera tras asumir la nueva administración. “Es lamentable que Chile en este tema actúe sólo bajo la lógica de los negocios y el lucro de este bien que ya la ONU declaró como un derecho humano básico. En nuestro país somos víctimas de una elite conservadora que está dejando a la ciudadanía chilena sin propiedad sobre el agua y en la más completa desprotección frente al tema. Es urgente que el gobierno entienda que con el agua de Chile no se juega”.

La resolución adoptada en la ONU fue respaldada por 122 votos a favor, 41 en contra y cero abstenciones. Ésta también estipuló que el acceso a los servicios sanitarios básicos es un derecho, puesto que la contaminación del agua es causa principal de mortalidad en los países más pobres. “El mundo está entendiendo que el tema sanitaria es básico para el desarrollo de las sociedades modernas y que sea el Estado quien tenga propiedad de aquello es fundamental. Esperamos que también lo entienda el presidente Piñera y dejemos de vivir en esta ambigüedad constante”.