Aumentan ingresos irregulares y vulnerabilidad en la forma de migrar

18 Diciembre 2020

Pese a que los flujos migratorios hacia Chile bajaron, se incrementaron los ingresos por paso no habilitado y sobre todo los abusos derivados de esta situación, afectando sobre todo a personas venezolanas.

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Coincidiendo con el Día Internacional de Migrante, hoy viernes 18 de diciembre, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) presentó este jueves el Informe Dinámicas Fronterizas en el norte de Chile año 2020: Pandemia, medidas administrativas y vulnerabilidad migratoria. Ello se hizo por medio de un Seminario online con presencia de sobre 500 asistentes.

El material, que se encuentra disponible en la web www.migracionenchile.cl, “tuvo como objetivo exponer las dinámicas de movilidades fronterizas que se han dado en el extremo norte de Chile en 2020, centrándose en las Regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, todo ello dentro de un año que ha sido complejo, producto de la pandemia del Covid-19 y en que han jugado un rol importante también las medidas administrativas del Gobierno y la discusión del proyecto de Ley de Migraciones. A la información, que se extrajo por medio de análisis estadístico de información solicitada por Ley de Transparencia a organismos públicos, se le sumó la experiencia práctica de trabajo de nuestra oficina de Arica y al apoyo del equipo liderado por la académica de la Universidad Mayor y el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social, COES, Carolina Stefoni que realizó entrevistas en la II Región, en localidades como Colchane y Huara”, explicó Pablo Roessler coordinador del Informe y responsable de Estudios del SJM.

De cara a los principales resultados, Roessler señaló que ”desde 2018 los flujos migratorios hacia Chile bajaron y en 2019 los ingresos de extranjeros disminuyeron en un 12% con relación a 2018, y si comparamos los ingresos entre enero y septiembre 2019 con los del mismo período 2020, estos disminuyeron en un 66% a nivel nacional. No obstante los ingresos por paso no habilitado se han incrementaron ya que entre enero 2018 y septiembre 2020 se concentra el 61% de los notificados desde 2010. Además, desde 2018 se han elevado visiblemente los correspondientes a personas venezolanas, pasando de ser 9 en 2017, a 4.226 en 2020. En este último año, constituyen el 72% de los registros totales de ingresos por paso no habilitado”.

A juicio del experto, “las explicaciones son multidimensionales y se vinculan con las medidas administrativas aplicadas por el Gobierno con un enfoque securitista, a la crisis humanitaria que afecta a Venezuela y al cierre de fronteras que se impuso en 2020”.

“Por otro lado, también se vio que desde junio 2019 (fecha de inicio del requisito de ingreso con Visa Consular de Turismo a población venezolana) hasta septiembre 2020, solamente la Fiscalía Regional de Arica y Parinacota registró 390 víctimas de tráfico ilícito, donde 9 de cada 10 (89%) fueron venezolanas”, agrega Pablo Roessler.

Desde Arica, la jefa de la Sede Regional de la región de Arica-Parinacota del SJM, Javiera Cerda, complementó apuntando que “la pandemia nos obligó a cerrar nuestra oficina y la atención presencial, pero las personas migrantes igualmente fueron atendidas a través de nuestra plataforma MigrApp de mensajería instantánea, que da respuestas a distintas necesidades de la población migrante y refugiada, entregando ayuda humanitaria y monetaria. Así hemos realizado 21.516 atenciones a personas migrantes. El 56,3% de ellas son venezolanas, el 16,4% ingresó por paso no habilitado y de ellos más del 67,9% son de nacionalidad venezolana”.

Igualmente se destacó entre los resultados del Informe que, pese a la crisis humanitaria que enfrenta la región, se observó una disminución en la cantidad de personas que han ingresado al país señalando que solicitarán refugio (siendo 16.900 el primer semestre de 2019, 33 el segundo semestre de ese año, y solo cuatro entre enero y septiembre de 2020).

“La pandemia ha agudizado la vulnerabilidad de los migrantes que ingresan a Chile. En este marco se subraya la necesidad de dar una respuesta regional, que trascienda lo nacional y vaya más allá de una óptica securitista para apuntar a instrumentos adecuados de asilo y refugio; no se trata de criticar a un Estado en específico, sino de enfrentar la situación de grave crisis humanitaria que afecta a toda la región, a través del reforzamiento de iniciativas de cooperación internacional e intersectorial, junto a la entrega de más información sobre el tráfico y trata”, sentenció Pablo Roessler.  

Una mirada analítica

En este contexto, Marcela Tapia, Directora del Instituto de Estudios Internacionales INTE de la Universidad Arturo Prat, comentó que “el norte de Chile históricamente ha sido un lugar de migraciones, incluso antes que surgieran los Estados Nacionales actuales, pero a partir de su instalación muchos movimientos se han dificultado, más aún con el giro securitista que se han adquirido en muchas fronteras”. La académica también mencionó que “el Informe amplía la noción de migración ligándola no sólo con quienes deciden salir de sus países por razones económicas, pues hoy vemos que las personas aplican al refugio y éste no se les otorga, dando cuenta de que un fenómeno forzado de movimiento que debiera alertar a la autoridad para que dé un giro a la integración más que a la seguridad”.

A su turno, Teresita Rocha, Profesora Asistente de Investigación, Sociedad y Salud de la Universidad Mayor, apuntó que “la situación  que vive Chile también se da en otros lugares del mundo como la frontera entre México y EE.UU, donde han aumentado las políticas restrictivas desde los 90 para disuadir el ingreso de migrantes, pero ello no se ha logrado. Muchos estudios internacionales han documentado por años que estas políticas más que evitar ingresos, rompen la circularidad migratoria entre ambos países, aumenta el costo del mercado de tráfico, y los peligros al migrar. Se ve así con el reporte que hoy presentamos y en otros estudios, el fracaso de estas políticas migratorias restrictivas y el impacto negativo para la vida y los derechos humanos de los migrantes, y para la economía de los países receptores: quienes de igual manera ingresan por paso no habilitado, enfrentan problemas de integración por falta de documentos, laborales, culturales y acceso a servicios sociales. Ello se ha exacerbado con la pandemia.”