Los discos que no te atreves a escuchar: Centrozoon – Never Trust The Way You Are (2004)

Los discos que no te atreves a escuchar: Centrozoon – Never Trust The Way You Are (2004)

13 Junio 2011

La música electrónica tampoco deja de dar sorpresas. En este caso, la fusión de dos estilos diferentes que logran complementarse para entregar un disco tan sólido como experimental.

Iván Ávila >
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No me había tomado la molestia de escuchar a centrozoon (así, con  minúsculas) hasta que me enteré de dos detalles: la colaboración del ex percusionista y batero de King Crimson, Pat Mastelotto y este proyecto del año 2004 junto a Tim Bowness, la otra mitad de No-Man. El álbum, publicado el 2004, tiene el sugerente título de Never Trust The Way You Are y es una mezcla contundente de dos estilos que, si bien tienen bastantes similitudes, también tienen muchas diferencias, lo que contribuye a ofrecernos en 13 tracks, una gama diversa y a veces sorprendente de texturas y emociones.

Antes de adentrarnos en los detalles del disco, por supuesto debo invitarlos a conocer a centrozoon, una banda alemana catalogada como un grupo de música electrónica improvisada, formada por Markus Reuter (Warr, loops y programas) y Bernard Wöstheinrich (sintetizadores, percusiones electrónicas y programas) y aunque en sus discos, que vienen produciendo desde el 1999, se percibe una gran cantidad de búsquedas experimentales y géneros, el ambient el progesivo y el “dance inteligente” forman parte vital de su estilo.

Reuter fue alumno de Robert Fripp (King Crimson) y Wöstheinrich ya daba que hablar que sus proyectos bastante experimentales y avazados. Con estos datos, ya tienen una idea de lo que ofrecen los discos de centrozoon, comenzando por Blast (1999) catalogado como un excelente muestra de “space” electrónico. Le siguieron Sun Lounge Debris and The Divine Beast el 2001, centrophil and The Cult Of: Bibiboo (2002) y el EP The Scent Of Crash And Burn, primera colaboración con Bowness el 2004 y un escueto pero contundente adelanto de lo que sería Never Trust The Way You Are.

Por su parte, Tim Bowness es uno de los más destacados músicos y compositores independientes ingleses de los últimos 20 años. Desde 1993 que mantiene junto a Steve Wilson (el cerebro de Porcupine Tree) el más que interesante proyecto No-Man, además de haber publicado algunos discos como solista y una casi incontable cantidad de colaboraciones con artistas de la talla de Richard Barbieri, Judy Dyble, Giancarlo Erra y Peter Chilvers, además de de bandas como NoSound y OSI.

Aunque con estos datos no parezca difícil imaginar con qué nos vamos a encontrar en ese disco, la verdad es que cada tema no deja de sorprender, desde la escueta intro marcada por Like a 1000 Stars, que abre el camino a la sólida Bigger Space, una pieza lounge llena de exquisitos detalles aderezados por la siempre flotante voz de Bowness. Una sólida base rítmica es cubierta por capas de interesantes sonidos y loops que van generando sucesivas y volátiles atmósferas ideales para escuchar a bordo de un descapotable por una carretera pegada al mar durante el atardecer…

En seguida aparece, Ten Versions Of America, un track más oscuro que aunque funciona otra vez en base a una sólida base rítmica, deriva hacia una atmósfera marcada por teclados más crudos y el sonido de la Warr de Reuter, con un Bowness inspiradísimo en la parte vocal. Carpet Demon es un tema mucho más cercano al dance en lo rítmico, aunque loops y sintetizadores lo convierten en un pieza extraña y compleja, que no deja de recordar algunos experimentos de Brian Eno o las piezas más extravagantes de Kratfwerk.

La breve Not You, abre paso a Make Me Forget, uno de los mejores tracks del disco, en el que de nuevo encontramos una soberbia performance vocal de Bowness en torno a una serie de secciones rítmicas flotantes, las medidas intervenciones de Reuter y su Warr y una atmósfera de constante y embriagador suspenso.

Little Boy Smile vuelve al lounge, aunque sin dejar de lado las atmósferas oscuras y la constante superposición de loops. Luego del breve intermedio que representa Song Unsung, aparece Pop Killer (mezclada por Mastelotto) que de pop, no tiene mucho. Al contrario, encontramos aquí una sólida pieza electrónica alternativa, llena de matices y detalles en base a un ritmo más bien lento, pero sumamente seductor. Skylight es una de las piezas que más nos recuerda a lo hecho por Bowness en No-Man, un tema otra vez oscuro, muy emocionante y enigmático en donde los sintetizadores de Wöstheinrich alcanzan ribetes orquestales dada su impecable presencia. The Scent Of Crash And Burn es otra pieza más cercana a lo que Bowness nos tiene acostumbrados, aunque el estilo de centrozoon traspasa toda la composición. Otro de esos tracks oscuros y enigmáticos en donde las atmósferas tenues logran atraer la atención de inmediato y mantener la expectación constantemente.

El disco cierra con dos temas de corta duración, Mother’s Call y To The Other, el que podríamos considerar el tema más acústico del álbum, una pieza delicada y emotiva que finaliza de manera brillante este álbum que cualquier fanático de la electrónica va a adorar y que engrosa de manera brillante las discografías del gran Tim Bowness y de centrozoon, artistas a los que les recomiendo ponerles muchísima oreja porque dudo que alguien no se vea sorprendido por sus siempre interesantes, avanzadas y comprometida discografías.