Qhapac Ñan: Camino del Inca, producto turístico de marca mundial

Qhapac Ñan: Camino del Inca, producto turístico de marca mundial

15 Diciembre 2015

El programa Estratégico de especialización Inteligente Turismo en el Desierto de Atacama, en la Ruta Del Qhapaq Ñan, busca desarrollarlo conjuntamente con los pueblos originarios, vinculadas al territorio.

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El Qhapac Ñan o Camino del Inca, es una red vial, de comunicación terrestre que conectó al Cuzco con los pueblos para intercambiar costumbres, ideas y conocimientos, abarcando seis naciones andinas, incluido Chile. Sus senderos son parte del legado que dejaron los Incas y los núcleos prehispánicos del Norte Grande chileno, extendiéndose por el Desierto de Atacama. En estos lugares se consolidó todas las rutas de los originarios de norte de chile a través de rutas troncales y tranversales.  Es así como  el viajero puede admirar las distintas apariencias, escalas, terrazas, puentes y técnicas de construcción del Camino Andino, además de visitar una amplia gama de asentamientos ubicados cada seis o nueve kilómetros, como los famosos pucaras, postas de enlace e instalaciones de acopio o refugio como Tambos. 

Destaca en la actualidad como uno de los patrimonios más importantes reconocido a nivel mundial, con su declaratoria de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2014. Fue que luego de más de 6 años de trabajo que los 6 países, como Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile; unidos para presentar la  postulación y lograr su cometido, definieron modelos de gestión patrimonial,  propuestas de infraestructura y comunicaciones vinculadas al recurso cultural, liderados en Chile por el Consejo de Monumentos Nacionales. 

Hoy, se desarrolla un programa de especialización Inteligente que busca desarrollar turísticamente a las comunidades de los pueblos originarios y emprendedores de las localidades de la ruta, de las cuatro regiones del norte de nuestro País: Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama,  que cuenta con la participación activa de las cuatro miradas  para una eficiente planificación del desarrollo productivo: sector público, representantes privados, la academia a través de 3 universidades Regionales y las comunidades (pueblos originarios). Pueblos  que vieron pasar hace más de 500 años a los chasquis o mensajeros por sus tierras, traspasando el conocimiento y la cultura incaica a muchos de los habitantes de nuestro norte y de la mayoría de América del Sur y que hoy ven en el turismo la posibilidad de desarrollo local armónico con sus creencias y tradiciones, detener la migración de sus generaciones y que exigen que esto se planifique adecuadamente para eliminar las externalidades negativas del desarrollo. 

Actualmente la región de Tarapacá lidera esta iniciativa a través de la presidenta del Consejo Directivo que constituye la gobernanza, la Directora de Sernatur, Carolina Quinteros quien informa que “el programa es un desafío de coordinación y planificación conjunta. Estamos orgullosos de la construcción participativa de las comunidades  dentro del proceso, ya se han diagnosticado las brechas y oportunidades del recurso cultural para ahora iniciar la etapa de diseño de hoja de ruta que nos responda el qué, el quién, el cómo, y el cuándo debemos hacer, gestionar y coordinar entre todos los participantes  las distintas acciones necesarias para convertir al Qhapaq Ñan en un producto turístico que nos mejore la productividad del turismo mesoregional, incentivando la  mayor pernoctación de los territorios y mayores gastos e ingreso de divisas, pero también la incorporación de las nuevas generaciones en sus territorios con la repartición adecuada de las ganancias y el diseño de códigos de ética entre los privados y comunidades,  que garanticen el respeto a las tradiciones y costumbres y que sean parte de desarrollo que propondremos en conjunto”. 

Recorrer el Qhapac Ñan permite al viajero entrar en contacto con lugares y personas que poseen experiencias y costumbres ancestrales. Caminar por las mismas rutas que fueron utilizadas por los chasquis o mensajeros y que servían al Inca para controlar su imperio, puede ser una experiencia alucinante. Asimismo, el visitante se encontrará frente a una magistral obra de ingeniería que subsiste hasta nuestros días, ya que el camino en sí demuestra un trazado con alto nivel de planificación. 

No es casualidad que hoy existan personas que demuestren interés por desandar estas tierras, respetándolas por su riqueza y la gran herencia cultural del Imperio Inca para la humanidad. 

“Hoy no estamos en etapa de financiamiento sino de planificación estratégica, pensando en cómo debemos desarrollar el territorio conjuntamente y se agradece el compromiso desinteresado de quienes llevan más de un año en esto n participando activamente desde las 4 regiones del norte de chile para  lograr desarrollo turístico sustentable y diversificar las experiencias.  De aprobarse la iniciativa como programa estratégicos, esperamos que la etapa superior de validación, podamos contar con recursos para la ejecución en 3 años además de las propuestas de mediano-largo plazo que se generen”, dijo Quinteros.