Yoga al otro lado de la cordillera: "Vas a aprender a darte amor, a valorarte e ir por tus sueños"

Por Manuel Carmona, abogado y escritor.

En esta oportunidad quiero mostrarles un poco el mundo del yoga, y para eso me contacté con una profesora de yoga cuyo amor y profesionalismo me constan y con quien me une una linda amistad.

Daniela Chiogna, nacida en Argentina (Buenos Aires), formadora y profesora de yoga, actualmente dedicada a transmitir esas enseñanzas como semillas y herramientas para que cada uno pueda aplicar a su vida; estudiante de ingeniería (una enamorada de la ciencia y su energía); una soñadora despierta y una enamorada de la vida; le gusta despertar y escuchar a los pájaros cantar en silencio mientras toma mate.

Daniela, ¿Qué es el yoga?

Yoga significa unión, en simple palabras es integrar cuerpo, mente y espíritu, (donde el espíritu es el conjunto de emociones, sentimientos y pasiones que nos conforman como ser humano) e integrarlos con el todo, universo o dios generando un estado de dicha y plenitud.

¿Cómo puedes compatibilizar el mundo del yoga y el contexto actual de pandemia?

Voy a escribirte un poco de como veo yo, mi ser, lo que vos llamaste "el contexto actual”, ¿es muy amplio, no? bueno, déjame decirte que todo está conectado, que cada uno vino a experimentar una experiencia diferente, pero que cada uno puede pintar el cuadro en el color que quiera. A veces la vida nos trae desafíos: enfermedades, perdidas, circunstancias y hasta ¡pandemia! pero todo esto lo prefiero llamar "cambios" y me gusta pensar en que los cambios son buenos, que de cada desafío se aprende y se sigue, y que justamente, uno tiene el poder de seleccionar en su mente con que quedarse, por ejemplo uno decide cuando apagar el televisor, tenemos el control en nuestra mano. Entonces lo mismo ocurre con nuestros pensamientos, podemos seleccionarlos, discernir entre ¿cuáles son constructivos y cuáles no? , diferenciar que es pasado, presente y futuro; me gusta pensar en que tenemos ese control, entonces así, estando en el presente, podemos soltar el pasado en agradecimiento, porque hasta lo más triste y doloroso nos enseñó ¿qué queremos y a dónde queremos ir? y soltar el futuro, confiando, porque la vida es de cambios, porque estamos caminando sobre huellas de otros seres, sobre tierras que antes no estaban, porque dentro de nosotros tenemos componentes de estrellas que ya no existen en lo que nuestra mente pueda comprender, pero están, entonces, los cambios son necesarios, esto es aceptación. Yo, acepto la pandemia, no culpo a nadie por ello, es un ciclo de la vida en esta tierra, tampoco puedo culpar a mis ancestros por la contaminación generada pero si puedo, en aceptación al cambio, ser mejor y colaborar usando un cepillo de dientes degradable por ejemplo. Los cambios son buenos, existen cosas buenas, incluso en la oscuridad, sin oscuridad no podemos ver las estrellas, pero es un trabajo que hay que hacer todos los días, desde lo más adentro de nuestro ser, para intentar ser una mejor versión. Ojo, elegimos ser humanos: eso viene con una caja de emociones, sentimientos y pasiones, no se pueden negar, pero se pueden transformar.

¿Qué tipo de Yoga enseñas?

Me dedico a enseñar yoga científico, donde se aplican los diferentes métodos de yoga en manera integral, para que el alumno se llene de todos los beneficios que tiene en yoga.

¿Quiénes pueden tomar tus clases?

¡Todos! no hay límites de edad, sexo o desafío que se esté atravesando, porque yoga no es solo una postura de flexibilidad como algunos creen, yoga es un conjunto de tantas herramientas que nos ayudan a seguir cambiando, creciendo y evolucionando.

¿Qué piensas del yoga?

Esto, que escribí, resume lo que pienso del yoga,

CARTA DE UNA PROFE DE YOGA:

Y pensar que veía las revistas de yoga en el puesto del diario cuando esperaba el colectivo para ir al cole: “yoga para embarazadas, yoga para asma, yoga para el miedo, yoga para, para y para…” me acuerdo ser muy chica y hacer que meditaba cuando me dolía la muela… algo me decía que si cerraba los ojitos y “no pensaba “se pasaba… y el tiempo pasa, y por cuestiones y golpecitos en el camino un día dije “me tomo un año sabático y empiezo yoga”

¡Definitivamente! Todo cambia cuando uno decide cambiar, sin importar los monstruos que uno trae, sin importar la cultura o el patrón familiar, todo cambia si uno quiere, cada momento es una nueva oportunidad, no hay una edad, no hay límites y hay formas para cualquiera… Siempre se vuelve a empezar!

Uno no se da una idea de la magia, del poder, de las enormes herramientas que da el yoga … Porque en realidad enseña la vida, pero el yoga nos abre los sentidos para comprenderla y abrazarla.

¿Te digo algo?:

Vas a tener mochilas con monstruos de miedos, de abandono, inseguridades y tristezas, pero vas a entender que es porque hay una niña/o con todos ellos, que necesita que le digas que todo pasa y que sí puede.

Vas a aprender a darte amor, valorarte e ir por tus sueños, incluso conocerlos, pero antes seguro vas a conocer maestros que van a decirte que no rotundamente, que van a hacerte daño. Vas a sentir que la cima está muy alta, que te mereces estar donde estás, ¡vas a auto lastimarte y a dudar de vos misma! Pero así es como vas a conocer que es lo que te gusta y adonde quieres ir.

Vas a pensar que tu cuerpo no puede, que vos no podes. Que la flexibilidad es cosa rara de unos pocos, pero vas a darte cuenta de que es tu flexibilidad a los cambios de la vida, así como la fuerza y el equilibrio. Vas a aprender a conocerte y respetarte.

Vas a aprender a escuchar el idioma de tu cuerpo, lo que tu espíritu te quiere decir, lo que calla.

Entonces vas a ejercitarlo, cuidarlo, amarlo y relajarlo. La alimentación se convertirá en medicina, incluso la alimentación de tus pensamientos.

Somos más de lo que nuestra mente puede comprender… va a ser tu peor enemiga y solo vos podés convertir la mente en tu mejor amiga.

Y van a ver días en que sientas que todo está perdido, y ahí es donde más vas a tener que buscar, en la mochila donde antes había monstruos, ahora herramientas… ¿Sabes por qué? ¡Porque vos podes! Y vas a sonreír, a pesar de todo, porque ya vas a conocer de esa magia.

Mi año sabático dejo de tener tiempo, me enamore, me enamore de mí misma y de la vida, el yoga se convirtió en mi verdadero amante que me impulsa y me enseña constantemente. “Somos eternos estudiantes de la vida”.

Muchas gracias por compartir tu visión del yoga con nosotros/as vecina querida.

Pueden encontrar a Daniela en  https://www.instagram.com/danachiog/