Escaños reservados: “la madre de todas las batallas”

25 Noviembre 2020
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Por Dra. Francis Espinoza F. Académica UCN.

Como la ‘madre de todas las batallas’ calificó el senador Francisco Huenchumilla la votación sobre los escaños reservados para pueblos originarios en la Convención Constitucional que se ha llevado a cabo en la sala del Senado. El parlamentario fue incrédulo al pensar que se podía aprobar la propuesta de 24 escaños sin padrón especial, por lo tanto, el proyecto podía pasar a comisión mixta, y finalmente no se equivocó. La oposición logró dar los primeros golpes al rechazar la propuesta oficialista de los 15 escaños, y conseguir el quórum de 3/5 (26 votos), en vez de 2/3(43) para aprobar esta reforma, pero definitivamente la votación sólo alcanzó 24 votos, dos menos de los requeridos y 15 en contra. El ‘cuello de botella’ de esta negociación política ha sido mirada desde tres perspectivas, aunque como dice Macmillan (2020), en política todo es contingencia:

La primera es las condiciones de escaños que se entregarían para las comunidades indígenas en la convención constitucional. Aquí, mientras los pueblos originarios exigían su presencia como supernumerarios, el Gobierno y Chile Vamos enfatizaban en que los escaños debieran estar dentro de los 155 constituyentes. De otra manera, de acuerdo al bloque oficialista, se estaría atentando contra el proceso democrático ejercido por la ciudadanía al cambiar las reglas del juego del plebiscito que validó las condiciones, a través de 7 millones de votantes, del pacto político producto del estallido social. Pero este round ya fue resuelto con el rechazo a la propuesta oficialista.

LECTURA COMPARADA

Desde una lectura de política comparada y en relación al poder legislativo, en Nueva Zelanda, la presencia del pueblo Maorí en el parlamento data de 1868; en un principio sólo se tenían cuatro escaños y en la actualidad es proporcional a la cantidad de inscritos/as en el padrón electoral (7 de 120). En Colombia, el Senado tiene dos asientos para pueblos originarios y la Cámara de Representantes ofrece cinco. En Bolivia hay siete escaños reservados, pero debido a la gran cantidad de pueblos indígenas, existen circunscripciones que representan a varios grupos. Desde la época colonial, Fiyi, ha tenido 46 escaños en el parlamento de un total de 71, pero cada votante puede hacerlo tanto en el padrón general como en el de su etnia.

En segundo lugar, el gobierno de Sebastián Piñera plantea la creación de un ‘padrón indígena’ que sea administrado por el Servicio Electoral (Servel). A través de éste, se deberían acreditar todos/as quienes puedan dar cuenta de su calidad de indígena, mediante un certificado de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi). De manera discrepante, tanto los pueblos originarios como la oposición plantean una libertad de elegir a partir de la auto-identificación, tomando en cuenta las diferencias históricas, culturales y lingüísticas.

NÚMERO DE CUPOS

En relación al número de cupos, la propuesta de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) es de 15 escaños reservados basada en el proyecto que creó el Consejo Nacional de Pueblos Indígenas en 2015. El temor del oficialismo es que estos escaños inclinen la balanza de los dos tercios hacia posturas ideológicas de izquierda que puedan. Un cambio en los guarismos, a su vez, afectaría los distritos, partidos políticos y candidaturas independientes. Sin embargo, la proposición de los grupos indígenas de 24 escaños (incluyendo el pueblo chango) y un cupo extra para afrodescendientes, obedece a su cosmovisión dual de la realidad y a la proporcionalidad que les entregan los datos del Censo 2017 de un 12,8% de la población indígena. De acuerdo al Senador Huenchumilla, no habría tiempo para levantar un padrón electoral aparte, y los datos entregados por la Conadi corresponden más o menos a 200 mil personas que concurren a este servicio social a pedir prestaciones públicas, en el entendido que las comunidades originarias reúnen a más de 2 millones de indígenas.

Y así se van pasando los días y semanas, y los temas de contenido no quedan zanjados, aunque el Servel ha dado varios ultimátum de que el plazo no se puede extender más allá de la primera semana de diciembre. Pareciera ser que las comunidades histórica y antropológicamente invisibilizadas lo seguirán estando, pues si los/as indígenas no se sienten chilenos/as como dice Sergio Cubillos Verasay, Presidente del Consejo de Pueblos Atacameños (El Diario Antofagasta, 12/11/2020), es porque no están considerados/as en la actual constitución. El Estado seguirá ignorando la ideología del Buen Vivir que acompaña a nuestros/as hermanos/as originarios/as y que debiera ser la carta de navegación de nuestro proceso constituyente como un buen gobierno.

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