Lily Pérez: Declaración de Quintana “es más estrategia política que ideológica”

26 Marzo 2014

La senadora de Amplitud minimizó los dichos del presidente del PPD, Jaime Quintana, respecto de la “retroexcavadora” para terminar con el modelo neoliberal en educación. 

Radio U. de Chile >
authenticated user

Lily Pérez, senadora del movimiento Amplitud, fue una de las figuras de la oposición que respondió a los dichos de Jaime Quintana, titular del PPD quien señaló que el Gobierno pasaría no una aplanadora, sino “una retroexcavadora para terminar con el modelo neoliberal en educación”.

Entrevistada por Patricio López en Semáforo de Radio Universidad de Chile, la ex militante de Renovación Nacional indicó que los dichos del PPD responden a “llamar la atención de los medios”, y apunta que la propia ministra Ximena Rincón descartó la eliminación de los proyectos de Agencia Nacional, Superintendencia y Financiamiento en educación.

En esta línea, la senadora se refirió a otros temas que marcarán el debate parlamentario, con un especial rol de la “nueva derecha” que se configura en el Congreso.

Sobre la declaración del senador Jaime Quintana, de que la Nueva Mayoría no pasaría la aplanadora sino que una “retroexcavadora para terminar con todos los vestigios del modelo neoliberal en educación”, como senadora de la oposición, ¿Cuál es su punto de vista respecto de esta declaración?

Desgraciadamente estamos acostumbrados en política a que muchas veces se hacen este tipo de declaraciones grandilocuentes para llamar la atención a través de los medios. Tengo una muy buena opinión del senador Jaime Quintana, con quien hemos llegado a acuerdos en muchas materias, particularmente en educación. Por ejemplo, hemos trabajado juntos en el tema del lucro con fondos del Estado en materia de educación pública, y que de hecho lo voté en contra con serias dificultades al interior de mi sector político. Y el senador Quintana sabe lo importante que es, por ejemplo, el proyecto de la Superintendencia, pues combatir el lucro sin ella es abandonar una herramienta de fiscalización muy importante. Quiero entender que el contexto de la declaración tiene que ver con una motivación más de estrategia política que realmente ideológica. Si fuera así de ideológica sería muy preocupante, porque claramente estaríamos ante un debate que es mucho más profundo y que tiene ver con una visión absolutamente contrapuesta en materia de educación pública.

¿No es completamente legítimo que un gobierno, que ha obtenido la mayoría de los votos en una elección presidencial, no persevere en proyectos de ley que no interpretan su sensibilidad, su mirada país y su programa de gobierno?

Eso es distinto a lo que dijo el senador Quintana. A nosotros en Amplitud obviamente que no nos gusta que se retiren proyectos que venían del Gobierno anterior. Pero entendemos, y está dentro de las reglas del juego, que un nuevo gobierno quiera darles una tramitación sin urgencia para mejorarlos o hacerle los cambios que consideren necesarios. El lunes nos reunimos con la ministra Ximena Rincón en La Moneda y revisamos el tema del retiro de proyectos de la tabla de tramitación parlamentaria y nos aclaró que no se trata de eliminarlos.

Uno de los temas que han confrontado en estos primeros días al gobierno con la oposición son los nombramientos malogrados y corregidos en distintas reparticiones del Estado y que incluso se han traducido en la idea de interpelar al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo. ¿Cómo ve usted este planteamiento que se ha hecho desde su sector?

Creo que es algo muy complejo, pues efectivamente para llegar a una interpelación tienen que existir motivos. Los diputados de Amplitud han sido bien claros en el sentido de que ellos están disponibles para una sesión especial, pero no han dicho que están disponibles de buenas a primeras, porque primero hay que agotar todos los recursos políticos. De hecho en el anterior gobierno hubo muchos ministros interpelados y se sabe la dureza y pérdida de tiempo que eso significa para los ministros. Por lo tanto, desde Amplitud estamos conscientes de eso y tomaremos una decisión que ayude realmente al país a obtener mayor información. Nosotros queremos ser una oposición fuerte, pero a la vez solidaria, en el sentido de que si al gobierno le va bien también al país le irá bien, por lo que el Gobierno contará con nuestro apoyo, pero obviamente seremos vigilantes en que las cosas se hagan bien.

Lamentablemente en estos primeros quince días se ha enredado en nombramientos y malas nominaciones de cargos, cuando lo ideal es que estuviera abocado a su agenda. Eso es lo que estamos esperando, que el Gobierno termine de instalarse para hincarle el diente a los temas que realmente nos importan y que creemos que son los temas que también le importan a la mayoría de las personas.

Esto nos lleva a un tema de fondo y que está en discusión en su propio sector y que es cómo se instala la oposición y como se construye oposición al Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. ¿Cuáles son los puntos en los que a Amplitud le interesa marcar una diferencia en relación a las posiciones de Renovación Nacional y de la UDI?

Nosotros nos definimos como un movimiento político de centroderecha moderna, liberal y social. Modernos porque Chile cambió y nos gustan esos cambios, porque estamos por las ideas y no por los personalismos, porque creemos en un proyecto político. Liberales porque creemos que la libertad en materia económica hay que cautelarla y una forma es cuidándola del abuso. Y también libres en temas culturales, donde para nosotros no existen temas tabú. Así lo demuestra nuestra experiencia en materia legislativa de quienes conformamos este movimiento político. También nos definimos sociales, porque nos gusta el trabajo con la gente. De hecho todos nosotros llegamos a la política por temas de carácter social, pues no venimos del mundo del poder. Creemos que se abrió una puerta muy importante para esa centroderecha acorde con el mundo y con los tiempos. A eso estamos abocados. En ese contexto enfrentaremos como oposición al nuevo gobierno. Tenemos buenas relaciones con gente del mundo de la Concertación, nos entenderemos y también tendremos diferencias respecto del rol del Estado, aun cuando nosotros no le tenemos miedo a esa palabra, no tenemos complejos respecto del concepto Estado.

¿Cómo es que en un periodo de tiempo tan breve se pierde la capacidad de haber ganado una elección presidencial, con un excelente resultado parlamentario, a no poder reeditar ese triunfo y también a perder una suerte de conexión con los cambios que está experimentando el país?

 Efectivamente por eso fundamos este movimiento Amplitud, porque creemos que todas las broncas y las discusiones luego de las elecciones paralizaron a nuestro sector político y se atrincheró en ideas. Cuando gente de la propia Alianza, durante los cuatro años de gobierno, le representaban al presidente Sebastián Piñera de que había abandonado las ideas de la centroderecha para gobernar, la verdad es que lo que él hizo fue enarbolar las banderas de la centroderecha de todo el mundo, pero de la centroderecha moderna. Y desde ese punto de vista obviamente que hubo una muy mala sintonía con sectores tradicionales de la derecha, sin desconocer el aporte que ellos pudieran hacer.

Durante el primer semestre de este año habrá procesos eleccionarios en la UDI y RN. ¿Qué espera de esos procesos para la construcción de la oposición del futuro? ¿Qué es lo que debería ocurrir para que la derecha o la centroderecha se instalen en una línea que permita volver a captar la adhesión popular?

Sin necesidad de tener que opinar sobre quienes están postulando, a nosotros lo que más nos importa como Amplitud es que las personas que finalmente lideren los partidos sean capaces de enfrentar los cambios de la derecha y que sean capaces de crear alianzas con Amplitud, pero que no sean condicionadas bajo el parámetro de que todos tenemos que pensar igual y defender las mismas ideas, porque efectivamente no solo tenemos matices, sino que en temas de carácter de valor personal tenemos profundas diferencias. En Amplitud no defendemos una opción religiosa, no somos un movimiento confesional, no discriminamos a las personas por su condición social ni por su orientación sexual. Por lo tanto, esa diversidad también se expresa en las opiniones que tenemos con respecto a proyectos de ley de carácter de valor personal. Y eso es algo que queremos que se respete en las alianzas que podamos construir con las futuras directivas de la UDI y RN, y también con Evópoli, lo que permita construir una coalición que sea mucho más que la suma de los actuales partidos que existen en la centroderecha.