[Opinión] La percepción y la política: Las puertas de Guillier

[Opinión] La percepción y la política: Las puertas de Guillier

19 Enero 2017

Alejandro Guillier maneja mucho mejor que el resto el tema de la percepción, pero no tiene las capacidades, los estudios ni la experiencia para ser presidente, esa es la única realidad.

Nicolás Ferreira >
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El recién pasado 4 de enero la banda norteamericana The Doors cumplió 50 años desde que lanzó su primer disco, el homónimo golpeó fuerte a la escena musical de la época, su sonido psicodélico y lleno de poesía pronto se convirtió en un clásico del Rock y puso a The Doors como el punto más alto de un estilo musical, que si bien había sido explorado por muchas bandas, no estaba consolidado. La historia cuenta que su nombre se debe a un verso de William Blake, "If the doors of perception were cleansed, everything would appear to man as it is: infinite." (Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito) y cuánta razón tenían los californianos, la percepción los es todo, es más incluso que la realidad misma, pues la percepción de la realidad puede crear una realidad alterna la cual terminamos creyendo la verdadera.

Todas la campañas publicitarias, todo el marketing gira en torno a la percepción. Nuestro producto no sólo debe ser bueno, debe parecer bueno, es más, puede ser malo, pero si el comprador percibe que es bueno la tarea ya está cumplida. Bien sabido es por todos que la política está llena de marketing, que es mucho más que buenas ideas, intenciones y preparación. Es parecer también ser lo suficientemente bueno. En este sentido es que cuando me piden recomendaciones para campañas políticas, sobre todo los candidatos más noveles, siempre trato de ser brutalmente sincero y les digo “es muy difícil que ganes”.

Mi intención no es destruir sus intenciones políticas, si no más bien ponerlos en un contexto diferente al que le vienen contando sus familiares y amigos. La situación es que el electorado no vota por ideas, intención o esfuerzo, vota por contexto. Una elección funciona igual a cuando quieres comprar algo, tienes un parámetro de precio, de marcas, de capacidades. No quieres comprar un producto chino, no te alcanza para comprar el alemán, hay un contexto en el que te mueves y buscas la mejor opción.

Un error típico de los jóvenes candidatos es querer agradar a todos, buscar ideas de consenso, cuando la verdad hay un grupo gigante de electores que simplemente no están dispuestos a comprarte, ya sea por el partido que te apoya, ya sea por tu sexo, o por tu edad.

En esta carrera desatada que se libra por el sillón presidencial hay un candidato que maneja mucho mejor que el resto el tema de la percepción, dicho candidato tiene convencidos a varios que es candidato independiente, que no es político y que solucionará el problema de las pensiones, de la educación y la salud.

El candidato no menciona, evade realmente, que ha estafado al fisco innumerables años y que su enamoramiento con el rating lo llevó a destruir la vida de un juez en una muestra de nula ética profesional. Dicho personaje además se ha auto ungido como el “continuador de las exitosas reformas del Gobierno de Bachelet” cuando todos sabemos que este ha sido el gobierno más nefasto desde la vuelta a la democracia ¿Así que por qué no mejor no debelamos la realidad cómo es?

Guillier siempre ha trabajado para privados, nunca mostró vocación social, excepto claro desde que es senador hace menos de 3 años de la región de Antofagasta, a pesar de que toda su vida la hizo en Santiago y La Serena. Fue rostro y defensor de las AFP hace 10 años y su principal colaborador de campaña es Patricio Tombolini, el mismo que fue acusado de cohecho en el bullado caso “coimas”.  Fue adoctrinado en FLACSO la misma Facultad que ha sido cuna de Lagos y Correa. Presidió el colegio de periodistas convenientemente después de que fue acusado de participar en un montaje para desacreditar al juez Carlos Aránguiz y la causa que llevaba contra el Seremi de la Sexta Región (PS) por el caso de las revisiones técnicas. Pero vamos a las propuestas, vamos a las ideas.

Escuché atento el discurso de proclamación y lo único que logró articular como algo similar a un plan, fue una política de estado de crecimiento “hacia adentro” muy en la onda que se lleva por estos días, muy Brexit, muy aterradoramente, a lo Trump. Olvídese de los tratados de libre comercio, lo importante ahora es comprar chileno, aunque sea malo o caro.

Podríamos elucubrar porque el electorado percibe de buena forma al candidato radical, personalmente creo que Lagos le es muy favorable, su figura se asocia más fácilmente a la antigua y corrupta política de la Concertación (actual Nueva Mayoría), dándole al recién proclamado un aire de renovación a pesar que ambos pertenecen al mismo conglomerado, sin embargo, el por qué la gente lo percibe bien no me quita el sueño, lo que de verdad me preocupa es que ya sé la verdad.

Alejandro Guillier no tiene las capacidades, los estudios ni la experiencia para ser presidente, adiós percepciones, esa es la realidad.