“Reforma al sistema binominal”… espere y póngase al final de la fila

“Reforma al sistema binominal”… espere y póngase al final de la fila

18 Junio 2012

El incómodo, pero a la vez acomodado sistema binominal, seguirá habitando entre nosotros. Y es que cuando la elite política habla de ello, parece que habitara solo en el mundo de las buenas intenciones.

Gerardo Espíndola R. >
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“Desde el punto de vista de la práctica, cambios profundos al sistema político no va a haber en este periodo” sentenció el senador UDI Jovino Novoa frente a la discusión de reformar el sistema binominal. Palabras que cierran el camino a cualquier transformación de este sistema y que convierten solo en un juego de intensiones a cualquier discusión que se mantenga al respecto.

Si bien las voces por el cambio a esta metodología surgen desde la oposición, no es claro que estas palabras estén sustentadas con tanta fuerza y convencimiento de cambiar un modelo que ha beneficiado tanto a la Alianza como a la Concertación. Más bien parece una pirotecnia cosmética solicitar un cambio, para marcar diferencias “profundas” entre azules y rojos.

En la entrevista con El Mercurio, Novoa interpreta las bondades de este sistema, desde la consecuencia de liderar un partido político que se ha visto beneficiado en el parlamento por ello. “Cuando tenemos un país que en estos 22 años de vuelta a la democracia ha podido desarrollarse, y que es apreciado por su estabilidad institucional y por la claridad de las reglas del juego, no puede ser que haya tenido un sistema político electoral tan malo”, explicó.

En la vereda de enfrente o mas bien dicho, en la vereda del lado, la Democracia Cristiana, al igual que los partidos de la Concertación, ha realizado un llamado a cambiar el sistema. Indicando que éste “nos condena a una democracia empatada, como uno de los aspectos básicos de la crisis de representación política que vive nuestro país”, expresó Ignacio Walker en la Junta Nacional del partido.

Fue este llamado que hizo al mundo político, de aunar fuerzas para comenzar con un sistema político nuevo y democrático. Llamado válido, pero que parece una consigna cíclica que surge cada vez que se acercan períodos electorales, por lo que hasta no ver un cambio concreto en el modelo, difícil será reencantar a la población y superar la “crisis de representación” a la que aludió el senador.

Al parecer nuevamente cualquier tipo de reforma al sistema binominal quedará archivada para el siguiente período pre elecciones; en tanto ambos bandos sacan tajadas jugosas de este arcaico modelo. Ante ello, lo mejor sería cerrar las bocas y sacar los lápices para firmar de una vez un nuevo sistema democrático en Chile, y quizás así se logre seducir a esta población (entre los que me incluyo) hastiada de la actual elite política que aun no comprende que ya no le creemos.