Tercer retiro, la diputada Jiles y el profesor Castillo

Tercer retiro, la diputada Jiles y el profesor Castillo

15 Abril 2021
A la usurpada paternidad sobre los retiros se agregan unos bailecitos para la tele, e insultos para el deleite del vulgo pornonadicto, y tenemos el cóctel que permite subir en las encuestas. Pero atención, eso no es todo ni mucho menos.
José Sanfuentes >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Inspirador
AFP, Tercer Retiro. Foto: Huawei/Agencia Uno

Los diputados Mulet y Bianchi reclaman la paternidad de las iniciativas de retiros de los fondos ahorrados en las AFP, y critican duramente a la diputada Jiles de habérselos apropiado comunicacionalmente. Incluso ésta le dio el “pase” a su marido para que anunciara un tercero, para que se hiciera conocido. Así, las cosas se han convertido, de allegar recursos a los afectados por la pandemia en quien se “florea” más con el tema, con evidentes afanes politiqueros. La opinión pública mira con sorna tales comportamientos, pero los azuza, su interés es tener dinero a que echar mano para solventar la crisis familiar que le provocó la peste.

Sin embargo, al parecer de CADEM, la “movida” tiene efectos electorales. A la usurpada paternidad sobre los retiros se agregan unos bailecitos para la tele, e insultos para el deleite del vulgo pornonadicto, y tenemos el cóctel que permite subir en las encuestas. Pero atención, eso no es todo ni mucho menos. Sucede que quienes usan los retiros de las AFP para sacar réditos políticos, están tomando, aunque frívolamente, una causa razonable que tiene el apoyo de la inmensa mayoría, y cuyo único límite es la totalidad de los fondos de las AFP. La cueca va a seguir con el cuarto y más retiros, porque a nadie le afecta negativamente sino sólo al sistema AFP.

Digamos las cosas como son. Lo más razonable es devolver íntegramente a sus legítimos dueños, todo el dinero que, obligado por ley espuria, está capturado por las AFP. ¡Que no va a quedar dinero para pagar las pensiones! Falso. En estos cuarenta años de existencia de las AFP, JAMÁS se ha tocado un peso de tales fondos para pagar pensiones y tampoco se le necesitará en los próximos 100 años. Hoy, las pensiones cada mes se pagan con sólo un tercio de las cotizaciones que los trabajadores activos aportan ese mes. En cifras: las AFP recaudan 12 mil millones de dólares al año y pagan en pensiones 3 mil millones de dólares; el saldo sobra, 7 mil millones de dólares cada año, y se divide entre las suculentas ganancias indebidas de las AFP y el apalancamiento de empresas y sistema financiero, coludidos con las AFP.

Las mineras en el Perú han extraído enormes riquezas de los suelos altiplánicos y también las AFP abusan y les roban a los mismos que habitan esos lares y le dieron el sonado triunfo al profesor Castillo, quien disputará la segunda vuelta presidencial en el vecino país. La gente, allá y acá, se cansó de los abusos y da su apoyo a personajes outsiders, haciendo vista gorda de sus vínculos allá con los senderistas y acá con los primera línea. La emocionalidad del hablar golpeado de alguna manera refleja el hastío de las mayorías, incluso de distinto signo. Mañana votarán por Keiko o por Lavín sin asco, porque a la hora del mal menor se inclinarán por el populismo de derecha, diablo conocido, mejor que aventurarse con caudillos pseudo izquierdistas, buenos para el reclamo, pero de ideas ignotas, …¡salvo que son partidarios de la pena de muerte!

Lo interesante de todo esto es que las fuerzas de centro izquierda peruanas (incluidos de moderados a comunistas) sólo estuvieron preocupadas de pelearse entre ellas, dividiéndose cuanto pudieron, convencidas que tenían el próximo gobierno en el bolsillo y que tan sólo había que sortear el trámite de quien pasaba a la segunda vuelta. Y zás! que se les coló por el lado el populista de extrema izquierda, y con el 18% pasó el profesor Castillo a segunda vuelta, lo que obviamente da por segura vencedora a la hija del dictador Fujimori como presidenta del Perú. Escuché decir… “eso no pasa en Chile, somos un país sensato” … lo que me recordó los dichos de mis padres y los de su generación, que también repetían esa frase en los años 70’, y que jamás imaginaron posible la desgracia vivida con la dictadura derechista de Pinochet.

Contenidos que pueden interesarte

No existen contenidos para esta sección.