31 minutos: Un espectáculo que Antofagasta merecía

31 minutos: Un espectáculo que Antofagasta merecía

12 Agosto 2013

El día del niño tuvo otro matiz en Antofagasta. Había un panorama que los padres no podían obviar y que todo niño amante de los títeres querría presenciar…31 minutos. 

El Nortero >
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Guaripolo llegó con toda la onda musical a Antofagasta. Desde su estación WKRPQW Radio Guaripolo, este personaje del programa comenzó con sus típicas pitanzas a su víctima favorita, el inocente que siempre cae, Tulio  Triviño.

Entre broma y broma, las canciones tan conocidas de 31 minutos comenzaron a sonar. Rin Rin Raja abrió la lista y causó el furor de los asistentes. Y así canción tras canción la alegría era protagonista, hijos y padres se llenaron de alegría y gozaron de esta puesta en escena llena de profesionalismo, algo que todo show infantil requiere para ser exitoso.

“Diente Blanco No te Vayas”, tuvo un gran remake con la incorporación del tema Please don’t go de KC and the Sunshine Band, mientras el diente ascendía a los cielos cual ángel. Más de algún papá o mamá rememoró un momentito del pasado.

La calidad musical fue notable. Todos los integrantes que encarnan a los entrañables personajes del mejor noticiero de la televisión chilena, demostraron sus dotes musicales, con buenas armonías y nuevas versiones de sus grandes éxitos (como la versión balada de Nunca me voy a sacar un siete o el jazz de Severlá).

Momentos clímax fueron Equilibrio Espiritual y Señora, devuélvame la pelota o no sé que voy a hacer. Haciendo que los gritos y aplausos fueran explosivos en todo el Sokol.

La escenografía y el juego con las cámaras entregaron cercanía al público y no quitó la magia que estos títeres emanan, aun cuando toda la banda estaba abajo.

Con Bailan sin Cesar al fin la gente se paró para bailar al ritmo de uno de los primeros éxitos de 31 minutos, para luego cerrar con el tema principal del programa televisivo.

Hoy por hoy, este es uno de los pocos espectáculos que congrega masivamente a niños y también a las familias, pues es atemporal. Grandes y chicos disfrutan por igual.

Un detalle y reflexión. En gran parte de los espectáculos en Antofagasta la gente permanece sentada, a pesar que las ganas de ponerse de pie sobran y no es sino hasta las últimas canciones en que todo el público se levanta y aprovecha de soltar toda esa energía. Si bien muchas veces las razones son de seguridad, bailando y saltando se disfruta más. 

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