Con alegría les cuento que nuestra Fundación Antofa Segura está volviendo a su razón de ser. Estos últimos días implementamos, pero de manera diferente, la campaña de unión, organización y compromiso vecinal “Yo cuido la casa de mi vecino”. A la comunidad se le debe ayudar de distintas formas, de marzo a la fecha, hemos ido en auxilio de quien no lo está pasando bien producto de la crisis sanitaria y económica. 

Hoy, acudimos al llamado de la comunidad, que en plena cuarenta y toque de queda, está siendo víctima de delitos.

YO CUIDO LA CASA DE MI VECINO

Es implementada por primera vez, en la Villa Sierra Nevada el año 2016, a la fecha, ya hemos concretado esta iniciativa -de unión organización y compromiso vecinal-, en más de 1.000 hogares de la comuna de Antofagasta. 
Nace precisamente porque nosotros, dentro de nuestro trabajo territorial -que realizamos en Antofagasta en toda su extensión-, identificamos que lamentablemente la vida de barrio se perdió. Nos dimos cuenta que los vecinos y vecinas vivían de forma indiferente, donde nadie se relaciona, ni se involucra con el del lado.

Es por esta razón, que la campaña busca recuperar y recomponer el tejido social en el territorio. En este contexto, y dentro de nuestro proceso de intervención, entregamos herramientas que ayudan a que los vecinos se unan, se organicen y se comprometan unos a otros. 

El otro objetivo que tiene “Yo cuido la casa de mi vecino”, es que se trata –en paralelo- de una campaña disuasiva. Esto, ya que, con esta unión vecinal, estamos declarando que somos vecinos organizados y comprometidos y que no vamos a desviar la mirada, cuando alguien quiera hacernos daño. 

De esta manera le estamos diciendo a esos antisociales que ya no se están enfrentando a una familia sola, sino que a un barrio que efectivamente está trabajando colaborativamente, de forma unida y organizada. 

Este proceso de intervención finaliza entregando un adhesivo a cada uno de los vecinos que forman parte de la iniciativa. Esta pegatina la pega en el frontis de su casa como un sello de compromiso vecinal en los barrios de Antofagasta.