En última audiencia pública, Benedicto XVI evoca las “aguas agitadas” que marcaron su papado

27 Febrero 2013
El papa Benedicto XVI mencionó "las aguas agitadas" que marcaron sus ocho años de pontificado durante la última audiencia pública este 27 de febrero de su pontificado a la que asisten más de 100 mil en la plaza de San Pedro.
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El Papa Benedicto XVI aprovechó su última audiencia pública este miércoles, en vísperas de hacer efectiva su histórica renuncia, para evocar las “aguas agitadas” que marcaron su pontificado sin dejar de subrayar al mismo tiempo: “Dios no dejará que la Iglesia se hunda”.

El Papa aseguró también que era “consciente de la gravedad y la novedad” de su histórica renuncia al pontificado y anunció que “se dedicará a la oración” y que su intención no es regresar “a la vida privada”.

Más de 100 mil personas, según las autoridades de la capital, entre ellos numerosos cardenales, obispos y personalidades, esperaban la última bendición de los miércoles, la número 348 de su pontificado, iniciado en abril del 2005.

Antes de irse, Benedicto XVI ha pronunciado varios discursos en los que pide una “verdadera renovación de la Iglesia”, lo que ha sido interpretado como su “testamento” espiritual y político al llamar a sus miembros a superar “hipocresías” y “rivalidades”, que marcaron sus difíciles ocho años de pontificado.

La renuncia del Papa marca un precedente en la historia de la Iglesia católica moderna y al mismo tiempo obliga a su sucesor a encarar los retos que la milenaria institución exige para generar un impulso modernizador y pesar en el mundo globalizado, como representante de 1.200 millones de católicos.