Esta historia sí que es increíble, pero es real. Un hombre oriundo de la ciudad de Swancea, al sur de Gales, se fue de fiestas con sus amigos, probablemente bebió mucho y olvidó todo lo que pasó aquella noche.

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A la mañana siguiente de la parranda, el sujeto se levantó y fue al baño a realizar sus necesidades y a asearse después de una jornada de alto impacto, cuando -al mirarse al espejo- se llevó la sorpresa de su vida: tenía el rostro pintado con un dibujo que simulaba unos lentes ópticos.

Intentó lavarse con jabón para sacarse la tinta, pero ésta no salió. Luego de varios intentos, el individuo se dio cuenta que había sido tatuado, como parte de una broma de sus amistades.

Según consignó abc.es, el hombre tenía dibujado de manera indeleble unos lentes mal dibujados, que incluso decían "Rayban".

Lo increíble es que el sujeto no se lo tomó mal, se acostumbró y aprendió a vivir con este particular 'tattoo'.

“Cuando mi familia me vio por primera vez fui objeto de muchas miradas, pero después me acostumbré al tatuaje y decidí no deshacerme de él”, precisó en su relato, que se ha viralizado en Facebook.

Sin embargo, la publicación detalló que, luego de salir con su familia a un bar cercano a su barrio, fue blanco de burlas por parte de otros asistentes de la taberna. Este hecho, gatilló que cambiara de opinión y decidiera someterse a un tratamiento para borrar las marcas.

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