HidroAysén nos convirtió en ciudadanos

08 Mayo 2013

El 9 de Mayo de 2011, la población de Aysén en un acto espontáneo de rabia, rebeldía y decepción salió a las calles y cantó al unisonó para que todos pudieran escuchar. Patagonia, Patagonia, Sin Represas.

Andrés Gillmore >
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Por Andrés Gillmore, secretario y vocero de Corporación Costa Carrera-Cuenca del Baker-Aysén.

En Aysén el 9 de Mayo del 2011 es una fecha emblemática y marca sin duda alguna un antes y un después en la vida de la región. Se aprobó HidroAysén. Nada volvió a ser como antes en un territorio del Chile Austral en donde nunca antes se habia polemizado tanto sobre un proyecto de desarrollo y ese día en Aysén lo reconocemos como el día del “ilícito” en donde se atento contra lo más supremo que tenemos en Aysén, nuestro medio ambiente y la proyección social, cultural e histórica de nuestras comunidades.

Habíamos vivido antes intenciones poco afortunadas por parte de transnacionales interesadas por intervenir nuestro entorno. Uno de esos ejemplos y hasta antes de HidroAysén la más emblemática había sido Alumisa en la década de los noventa bajo el gobierno de Ricardo Lagos. La transnacional canadiense tuvo serias intenciones de intervenir el lago Yulton en la provincia de Puerto Aysén y los ríos vecinos, para extraer aluminio a pesar de saber que la bauxita destruiría los ríos, el medio ambiente y la vida de los pobladores. Hubo una gran controversia en esos años por parte de las organizaciones ciudadanas ante el gobierno regional de ese entonces que quería permitirlo, pero el sentido común prevaleció. Como siempre ocurre en estos casos, el EIA (Estudio de Impacto Ambiental) que presento Alumisa para justificarse estaba alterado. Pero bastó con que se pidiera una auditoria externa al gobierno Regional, que realizó la Universidad Católica de Santiago, para que se descartara la idea de plano.

En la misma cuenca del Baker meses después la organización a la cual represento, Corporación Costa Carrera (asociación de empresarios turísticos, ganaderos y dueños de tierras de la cuenca del Baker), entramos en batalla en contra de las salmoneras. Querían instalar sus jaulas en los lagos de la cuenca: General Carrera, Bertrand. Luego de una ardua lucha que duro varios años y una enormidad de estudios ambientales financiados por los empresarios que represento y con la ayuda del Minvu Aysén, Sernatur Aysén y la Universidad Católica de Santiago, logramos vencer una vez más al gremio de los salmoneros, a pesar de que en ese entonces era un gremio fuerte y el orgullo exportador de Chile. En un comienzo nadie daba nada por nuestra posición, no fuimos muy comprendidos y fuimos acusados de obstruccionistas del desarrollo de la región, ya que el gobierno justificaba la intención al igual como ocurre hoy con HidroAysén, con los supuestos puestos de trabajo que prometían los salmoneros. El tiempo nos dio la razón un par de años después con la llegada del virus isa, que dejo claro que en Chile bajo la actual ley ambiental y con la escaza y la muy mala fiscalización, es imposible tener confianza en los empresarios extranjeros de que se respetara el medio ambiente y la proyección social y cultural de las comunidades.   

La llegada de HidroAysén tomo a todos por sorpresa en Aysén. Si mal no recuerdo algo se rumoreaba pero nada en concreto, hasta que todo salió a la luz en el año 1994, porque un poblador solicito derechos de agua del río Ibáñez para regadío de una chacra para auto consumo y estos derechos le fueron denegados. Le informaron al poblador que los derechos de aguas estaban en poder de una transnacional de nombre ENDESA España, que los había adquirido al final de la dictadura militar al privatizarse ENDESA Aysén, que en ese entonces era estatal y que lógicamente tenía a su haber los derechos de agua de la región y esos derechos de aguas ya no eran del Estado de Chile.

Pasó algún tiempo hasta que los miembros de las organizaciones tomáramos conciencia de las implicancias para la vida de la región y de los profundos cambios que se darían en caso de concretarse la intención de HidroAysén. Con las experiencias anteriores en este sentido, aunque nos organizamos y el tema empezó a ser debatido, no nos dimos cuenta del serio peligro que se corría.  Confiábamos aun, en que el Estado sabría evaluar y que cumpliría con su función de ser un árbitro objetivo entre las empresas y la ciudadanía. Teoría que fue desechada y que nos obligó nuevamente a entrar en batalla por salvar Aysén de las manos de las transnacionales extranjeras.

Lamentablemente con la llegada del gobierno de la señora Michelle Bachelet y bajo la administración del intendente de Aysén de ese entonces Selim Carrasco a pesar de la irregularidad del origen ante la pose de los derechos de aguas y ser ese gobierno de corte socialista, se dio luz verde al proyecto extranjero, permitiéndose su entrada al proceso de evaluación. El intendente expreso como justificación, que el comité de evaluación del proyecto SEIA (Servicio de Evaluación Ambiental de Aysén) compuesto solo por seremis de gobierno y que dicho consejo resolutivo no contaba con ningún representante de las organizaciones ciudadanas y de las municipalidades de los territorios que se pretendían intervenir, tendrían a pesar de todo, la experiencia necesaria para analizar el EIA de HidroAysén y ser objetivos en su evaluación.

Con la llegada del gobierno de Sebastián Piñera, se tuvo la esperanza de que el escenario para estos proyectos energéticos cambiaria y que el nivel de exigencia seria más profesional y por sobre todo que los protocolos de evaluación serian más certeros y profesionales, sin pasarse por alto las tremendas irregularidades de la administración anterior en este sentido. Pero lamentablemente una vez más nos encontramos con el mismo panorama y este era aun peor, al darnos cuenta que los miembros del nuevo gobierno miraban el proyecto con buenos ojos, eran parte interesada y hacían caso omiso de las denuncias de las mismas reparticiones publicas de gobierno de la forma en como se estaba confeccionando el EIA por HidroAysén.

Una de las denuncia entre tantas otras pero que considero que fue emblemática y poco se supo, fue la realizada por Conaf en Santiago. Informando que se había alterado uno de los informes técnicos y contraviniendo la misma constitución, al decir en sus informes que no constituía ilegalidad la inundación de 18 hectáreas del Parque Nacional laguna San Rafael.

El día que se aprobó el EIA de HidroAysén fue un día triste no solo para Aysén como para Chile como un todo, porque nos demostró que algo no andaba bien y nos abrió los ojos ante una realidad que no habíamos querido ver. La ciudadanía quedo en ascuas ante los sucesos transmitidos en directo via Internet-Stremmig, cuando el SEIA (Servicio de Evaluación ambiental de Aysén) a pesar de todas las irregularidades aprobó el proyecto de forma ilícita y bajo una presión indebida por parte del gobierno a través del Ministro del interior de la época, Rodrigo Hinzpeter. La población de Aysén en un acto espontáneo de rabia, rebeldía y decepción salió a las calles reclamando por el hecho de una forma tal, que conmovió a gente a todo Chile, que también salieron a las calles y se cantó ese días al unisonó para que todos pudieran escuchar. Patagonia, Patagonia, Sin Represas.

Desde ese 9 de Mayo mucha agua ha bajado por los ríos Baker y Pascua y lo más seguro es que aun mucho más agua tendrá que correr por ellos hasta que se tome una decisión definitiva ente la intención de HidroAysén. Hoy afortunadamente el país ha cambiado sustancialmente y se tiene conciencia de lo que significa la intervención de territorios por proyectos energéticos que no cumplen con las normas correspondientes y que no cuenten con el ítem social en sus respectivos EIA. Ese dia 9 de Mayo en Chile nos transformamos de habitantes a ciudadanos.