La inacabable y preocupante problemática del servicio de agua potable en la caleta de Paposo

Paposo es una caleta de pescadores y antiguo centro minero ubicado a 51 kilómetros de la ciudad de Taltal. Es un lugar que goza de la belleza natural de la mezcla entre el desierto y el mar, y su comunidad no supera los 400 habitantes. 

El sueño de quienes viven en Paposo era contar con un sistema de agua potable que les permitiera dejar atrás la necesidad de tener que recibir el vital elemento a través de camiones aljibes, lo que significaba un riesgo para la salud, y muchas veces encontrarse con un déficit en la cantidad de H2O.

La modernidad llegó el año pasado. En octubre de 2013 se instaló una planta de osmosis inversa, proyecto realizado por el MOP a través la Dirección de Obras Hidráulicas. La empresa constructora fue Doval Ingeniería S.A, pero ésta quebró los mismos días en que fue inaugurada la planta. 

Hoy por hoy, la planta que solucionaría el problema de agua potable en la caleta, funciona a un 40% de su capacidad. Esto, porque el mecanismo depende las mareas marinas, y la instalación de la bomba que provee de agua al sistema, no capta agua cuando la mar está de baja.

Jaime Espinoza es el presidente del Comité de Agua de Paposo. Desde que se inicio el proyecto la comunidad asumió que serían ellos quienes debían organizarse y realizar la mantención y control de la planta de osmosis inversa. Iniciativa que en un principio les pareció positiva, pero que hoy sólo acarrea problemas. 

"Hemos tenido contacto con la municipaidad a través del alcalde, pero resulta que el problema que tenemos es la captación de agua salada, y es un proceso caro para arreglarlo. Hasta ahora la planta ha funcionado a un 40% porque el proyecto fue mal diseñado con la captación de agua de mar, solo podemos trabajar con marea alta", relata Jaime, quien asumió la presidencia el 22 de abril de este año, para intentar dar una solución al problema de la comunidad.

Este proyecto cuenta con una garantía que dura hasta fines de agosto, y eso es lo que preocupa a Jaime y las personas que viven en Paposo. "La garantía nunca se ha hecho efectiva, la planta ha quedado dos veces en pana por la bomba que bombea el agua salada. El comité tuvo que comprar una", comenta preocupado. 

Si bien han tenido contacto con el MOP, Jaime asegura que soluciones hay muy pocas. "Hay que hacer una reinversión para solucionar el problema. El alcalde de Taltal aprobó la compra de una bomba para ver si puede ayudarnos, tuvo un costo de $2.800.000, pero aún no podemos instalarla".

Lamentablemente el costo de la bomba no es el mayor problema para la comunidad, sino la instalación de ésta, ya que la empresa que la envió cotizó el montaje en $13 millones de pesos. Dinero que el comité no tiene y que no se ha podido gestionar.

"Acá en Paposo, estamos alejados de todo. El proyecto se dejó estar, y estamos asumiendo una responsabilidad para brindar agua a la gente. La noria donde está la bomba que debiera sacar agua todo el día, no cumple con los requisitos. Seguramente fallaron los cálculos en la instalación del sistema de filtración", afirma el presidente del Comité de Agua de Paposo.

Más problemas

La funcionalidad de la planta está entre un 40% y 50% de su capacidad, de modo que los integrantes del comité deben aprovechar todas las mareas altas para captar agua. Este sistema también funciona con electricidad, pero el costo está aumentando. Con cinco o seis horas diarias de trabajo, deben pagar un millón de pesos al mes.

Ya que tienen que trabajar de acuerdo a las mareas, muchas veces la alta es en la madrugada, y el valor de la electricidad a esa hora es también alto. De modo que no están trabajando en esos periodos de tiempo, y por lo mismo el desabastecimiento de agua es preocupante.

Cuando se generó el proyecto, el comité actual no esperaba tantas fallas. "No tenemos oficina, venía sin oficina el proyecto, sin baño, sin bodega para almacenar los químicos, y nosotros además tenemos que pagar para arrendar una oficina".

"Las entradas que tenemos son de 1.900.000 pesos, pero mensualmente gastamos $1.800.000. El servicio es malo, el agua es mala, no podemos hacer los análisis químicos porque no tenemos plata para pagarlos", comenta Jaime, quien también dijo que las matrices siempre se rompen y están con aire.

Hace un tiempo desde el Ministerio de Salud se dio la orden de realizar análisis al agua, los que no tendrán costos para la comunidad. Pero aún así el costo de la mantención se hace pesado para el comité, que está compuesto por 172 personas. 

Cuando comenzó el proyecto cada casa pago el arranque. Los fondos obtenidos aún perduran, pero están por acabarse. "Solo nos quedan como 5 millones de pesos, y eso que tenemos garantía vigente y está por terminar. ¿Cómo vamos a poder funcionar?, el problema es grave porque la gente está muy disconforme", finaliza Jaime Espinoza.

Es de esperar que las autoridades se hagan presentes para dar una solución a una comunidad, que si bien es pequeña y está alejada de los centros urbanos es tan parte de la Región de Antofagasta como cualquier otra. Sin duda Paposo y sus habitantes necesitan ayuda.

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