Nuevamente llega fin de mes y con el la justa remuneración por los dias trabajados. El sueldo no es mucho, pero si no fuera por esas cobranzas que justo con el dia treinta comienzan a acechar el ante jardín de mi casa, creo que todo sería mucho más rendidor.

Pero en fin, nadie me obligó a endeudarme,¿ o  si?, lo cierto es que más allá del dolor que siento al tener que entregare al cajero de servipag unos cuantos billetes azules, uno tras otro, es la impotencia de no tener la seguridad de que lo que estoy pagando es realmente lo que debería ser.

Hay algunas excepciones, el agua y la luz entregan una boleta más clara y detallada, sin embargo, son las cuentas de telefonía las que finalemnte terminan colmando mi paciencia. Contraté un plan de 46 lucas, que incluye cable , telefonía e internet, pero nunca, nunca, he pagado eso. Siempre más.

Trato de buscar respuesta en las oficinas de esta compañía, pero para las señoritas que me atienden, la boleta está más que clara, y con calculadora en mano me demuestra, casi como con burla, que el equivocado soy yo. Al final termino pagando igual para no tener problemas, pero salgo de las oficinas con esa sensación de vulneración de mis derechos que me queda por varios dias. 

Que vaya al Sernac, me dicen. Iría, si supiera que tendré una solución a corto plazo. Pienso en cambiarme de compañía, pero recuerdo que ya tuve contrato con la otra y fue peor, más enredo y menos claridad.

En definitiva me resigno, le saco el jugo al internet hasta que los ojos se me llegan a desorvitar y espero el otro fin de mes, cruzando los dedos para que el monto a pagar sea inferior al que cancelé en esta ocasión.

El consuelo final, no soy elúnico agustiado a la hora de pagar...mal de muchos, consuelo de tontos, como diría mi abuelita.