Los “costos” de la victoria de Longueira

Los “costos” de la victoria de Longueira

03 Julio 2013

En primer lugar, decir más que como un ciudadano con ideas de centro – derecha y militante de R.N., lamento como chileno hayamos perdido la posibilidad de tener a Andrés Allamand como Presidente.

Roberto Olivares >
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Que Longueira y la UDI ganaron la pasada primaria presidencial de la Alianza, es sólo una de las “lecturas”. La otra es que fue Allamand -en gran parte por culpa de R.N.- quien la perdió.

Allamand perdió la elección en parte por un error mediático, que fue explotado de manera astuta, pero artera y en algunos casos cobarde por parte de la UDI. Y ese error fue haber dado una opinión totalmente legìtima, cual fue la referente al papel que a Laurence Golborne le correspondió jugar como gerente de Cencosud en el cambio unilateral de condiciones para aumentar los costos de mantención de sus tarjetas de crédito, sin anticipar con ella daba a la UDI la posibilidad de ocultar impunemente la operación que sin duda tenía montada con anterioridad, cual era “bajar” la candidatura de Golborne para “levantar” la de Pablo Longueira, y además traspasarle por ella los costos políticos.

Una maniobra de encubrimiento ante la cual quienes debían haber sido los escuderos de Allamand reaccionaron de forma tardía, desarticulada y hasta pusilánime, mientras por su parte los pocos “golborncistas” que quedaban en la UDI salían a encubrir la maniobra de su contraparte “longueirista”, culpando al presidenciable R.N. del “crìmen” político, y además acusándolo ¡ellos!, los Hasbún, Novoa, Matthei, Pérez y otros, de divisionista y conflictivo, mientras mantenían a su nuevo presidenciable incólume. Una maniobra que luego se intensificó y que sobrepasó los límites de lo aceptable con la asunción de Joaquín Lavín, el “coautor” junto a Longueira en la creación del bacheletismo – aliancista, como su jefe de campaña.

Y es que al artero y cobarde ataque en contra de Allamand, se sumó una maniobra intimidatoria en contra de los independientes de centro – derecha que pudieran votar por Allamand, como fue la amenaza de, en caso ser derrotado Longueira en la primaria aliancista, levantar nuevamente la candidatura de Laurence Golborne, esta vez como independiente y reuniendo las firmas para ello.

Pero obviando todo lo anterior, se debe reconocer Longueira ganó y el pacto debe respetarse, ¡pero!… Pero R.N. debe ahora poner condiciones para dar su apoyo al candidato aliancista, y sin duda entre éstas y antes de siquiera discutir el posible programa de Gobierno y compensaciones parlamentarias, ¡debe estar la destitución de Lavín como jefe de campaña de Longueira! Y la pregunta que viene es evidente; ¿en caso de la UDI no aceptar sentarse a negociar, qué alternativa queda?

Fácil. Hacer propio el “plan B” de la UDI, y levantar una candidatura presidencial independiente, y tengo un nombre como sugerencia. ¡Luciano Cruz – Coke!