La  aparición de algunos casos de hidatidosis  en la localidad de Ollague durante 2014, motivó al Servicio Agrícola y Ganadero, SAG,  a realizar una campaña que busca prevenir el desarrollo de esta enfermedad a través de la realización de charlas informativas.

La  hidatidosis o equinococosis, es producida por una tenia o gusano que habita en los intestinos del perro y que se transmite al ser humano y a otros animales domésticos y silvestres a través de la ingesta de los huevos del parásito, lo que produce el crecimiento de quistes hidatídicos.

“Esta enfermedad se produce cuando los perros ingieren vísceras crudas de otros animales, lo que permite que el parásito se desarrolle dentro del intestino y se eliminen miles de huevos a través de las fecas, las que pueden infectar el agua, vegetación, la tierra y también el hocico y el cuerpo del perro”, señaló la Directora Regional del SAG, Angélica Vivallo.

En este sentido, es necesario señalar que esta enfermedad se puede transmitir a través del contacto de la tierra contaminada con los huevos, al acariciar a un perro infectado o bien al tomar agua y alimentos que hayan sido contaminados por el can.

El crecimiento de quistes hidatídicos o “bolsas de agua” produce diferentes enfermedades dependiendo del órgano afectado, la cantidad y el tamaño de los quistes, pudiendo causar incluso la muerte.  En los animales provoca importantes pérdidas económicas asociadas a menores rendimientos, mayor consumo de alimento y pérdida de órganos comestibles. 

Prevención:

En tanto, el SAG entregó algunas recomendaciones para evitar  la transmisión de esta enfermedad, una de las principales y más importantes es no alimentar a los perros con vísceras crudas, en el caso del faenamiento de un animal cuyos órganos presenten bolsas de agua, será necesario enterrar en un pozo profundo al cual no puedan acceder perros, zorros y gatos. Otro punto clave es la desparasitación de los perros cada 45 o 60 días, mantener a los canes alejados de los lugares en donde se faene animales, evitar que los pequeños se lleven tierra o arena a la boca, lavarse las manos luego de acariciar a un perro y por supuesto, evitar los lamidos de éstos.