Por Nayarán Vila

El ministro de Economía, Pablo Longueira, indicó que “hay que romper la falta de diálogo que hay entre el mundo científico y académico, con el mundo del emprendimiento”. Esto porque – a su juicio – es importante que el esfuerzo que hace el país, a través de recursos, en ciencia, tecnología e investigación “se traduzca en más valor agregado para el progreso económico del país”, según agregó.

En esa línea, la autoridad indicó que Chile puede alcanzar el desarrollo mediante la promoción y fortalecimiento de las ciencias, la tecnología y la innovación y no sólo dependiendo de la exportación de recursos naturales.

“Si uno mira la historia de aquellos países que han alcanzado niveles de desarrollo, en una parte de ese camino, que es largo, hay que entender que eso se logra con incentivos tributarios muy importantes para que el mundo privado haga más I+D y también el mundo público con recursos necesarios para que el apoyo público-privado en Ciencia y Tecnología contribuya a alcanzar el desarrollo, de lo contrario veo muy difícil que Chile alcance el desarrollo”.

Para cumplir con esta tarea, el ministro de Economía conformó una Comisión Asesora Presidencial, la cual deberá definir, en un plazo no mayor a seis meses, si es necesario crear una nueva institucionalidad o fortalecer la actual.

La instancia deberá, además, dirimir el futuro de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile (Conicyt) y su dependencia administrativa.

Los integrantes de esta comisión se darán a conocer durante esta semana, previa aprobación del Presidente Sebastián Piñera.

Pese a esto, ya se sabe de la participación de Bruno Philippi, ex presidente de la Sofofa y Hernán Cheyre, vicepresidente ejecutivo de Corfo, lo que, para Jorge Babul, presidente de las Sociedades Científicas de Chile, demuestra los resquemores que tiene la comunidad científica.

En ese ámbito, el presidente de la agrupación de científicos indicó que “el miedo que tiene la comunidad científica y en especial aquellos que son del área de la humanidad y las ciencias sociales de mercantilizar todo esto, no son meras impresiones o miedos irracionales, sino que están demostrando que lo que se quiere es justamente eso, que la investigación que se haga tenga que ver directamente con algo que pueda ser de utilidad o que pueda ser de provecho inmediato para la ciudadanía”.

El académico de la Universidad de Chile emplazó al Ejecutivo a permitir la inclusión de cinco académicos connotados que sea electos por las asociaciones ligadas a la ciencia y tecnología.

Además, abogó por una institucionalidad independiente de los gobiernos de turno.

Misma apreciación a la manifestada por Pablo Astudillo, vocero de la agrupación Más Ciencias para Chile, quien agregó que la entidad que norme la actividad científica debe ser, además, autónoma.

En esa línea, el dirigente de la instancia Más Ciencias para Chile dijo que “aquí tenemos una discusión donde están presentes los científicos, las universidades, de alguna manera también acojamos a representantes de la sociedad civil y vayamos entendiendo cuáles son los desafíos que necesita resolver el país. Yo entiendo la reflexión de algunas personas, que no es todo precisamente desarrollo económico, no es todo productividad, no es todo llegar a los 22 mil dólares per cápita y considerarnos desarrollados. Por otro lado, tenemos que ir trabajando para ponernos de acuerdo cómo crear una instancia que sea de alguna manera estable en el tiempo para poder discutir esto con tranquilidad, porque no se va a resolver en una semana, ni en un mes”.

Las aspiraciones del ministro Pablo Longueira incluyen crear, sin especificar cuándo, dos subsecretarias, una de Emprendimiento e Innovación y otra de Ciencias y Tecnología, lo que, según Jorge Babul demuestra la institucionalidad equívoca que el Ejecutivo pretende implantar.