Parece costumbre oír más de una vez al momento de viajar, que el avión se retrasó y que debemos esperar, no solo minutos, sino que hasta varias horas. Parece costumbre y una mala costumbre, el observar cómo nadie se hace responsable de esta situación y en especial de las pérdidas que puede significar el llegar con atraso a nuestro destino.
Así como esta situación, existe una serie de vulnerabilidades a las que estamos expuestos a la hora de querer viajar en avión. Situación que se agrava pues la oferta en regiones se reduce a tres líneas aéreas e incluso en algunas ciudades solo existe un proveedor aéreo.
Frente a ello, ayer entró a discusión en el la Cámara de Diputados [6] un proyecto de ley que garantiza la protección de los pasajeros aéreos y que permanece hasta las próximas semanas. Esta moción precisa algo que debiera ser obvio, pero que hasta hoy no lo es, y es que el transportador está obligado a informar a cada pasajero sus derechos en caso de cancelación o retraso del vuelo, cuando éste sea superior al permitido.
Obligaciones y sanciones
Entre los puntos que indica esta moción, según se lee en la página del Congreso, está el no condicionar el precio y la venta de un pasaje de ida a la compra del pasaje de regreso, así como la fecha en que este último sea usado, debiendo fijar los precios de cada uno en forma independiente.
Ahora ante lo que veíamos en un principio. Quién se hace cargo del retraso de un vuelo, más allá del tiempo razonable. Pues bien, este proyecto busca esa responsabilidad, establecidas a través de una compensación a los pasajeros si no se cumplen con las obligaciones del contrato.
Veamos entonces, cuáles serían estas compensaciones en caso que el proyecto prospere:
- 6 UTM ($219.486) para vuelos de hasta 1.500 kilómetros
- 9 UTM ($329.229) para vuelos de entre 1.500 y 3.500 kms
- 13 UTM ($475.553) para vuelos de más de 3.500 kms
Estos montos no correspondería cancelar, es decir, está exenta de cancelar, cuando la Línea Aérea, cuando se informe la cancelación de un vuelo por el mismo medio en que se contrato dicho servicio, con 10 días de anticipación a la fecha del vuelo.
En caso que se avise la cancelación del vuelo con una antelación de entre 5 y 9 días y se le ofrece un transporte alternativo que le permita salir con no más de dos horas de antelación con respecto a la salida original y llegar a destino con no más tres horas de retraso con respecto a la hora de llegada prevista, también estará exento de indemnizar.
Pero si el pasajero no acepta ninguna de estas alternativas, el transportador siempre deberá devolver el importe del pasaje.
En suma, un proyecto que se observa interesante, más aún ante un escenario comercial aéreo que por momentos en nuestra historia rayó en lo monopólico y que nos deja como clientes, desprotegidos ante situaciones de abuso.
Una buena señal, para mejorar como país y hacer estos servicios necesario, servicios de calidad y de respeto para sus clientes; y donde ya no baste poner la mejor sonrisa para decir "lo siento se retrasó el vuelo".
Foto Leo Prieto [7]
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