El cobre parecía ser la panacea para nuestro país y veíamos en el codiciado metal la solución a todos nuestros problemas.
Con la crisis económica internacional que ha afectado a todas las economías mundiales, el precio de nuestro metal estrella también ha sufrido las variaciones bursátiles, y hemos constatado con asombro cómo han caído los precios en los mercados internacionales obligando a nuestras autoridades a poner más atención a la distribución de los recursos y maximizar su rendimiento.
Voces de alegría se sintieron en las esferas económicas, que veían aumentar las arcas fiscales en estratosféricas sumas de dinero y cada día que pasaba subía más y más, mientras los apetitos surgían en todos los medios sociales que veían en esta algarabía de billetes una fiesta de nunca acabar y esa nebulosa no nos permitió ver la verdadera realidad y suponer que este efímero sueño, algún día se iba a acabar.
Por suerte el cobre está fluctuando en la bolsa y se mece al vaivén de los vientos que esta crisis vaya produciendo en el día a día y las esperanzas de revertir la situación adversa aún están visibles.
Es conveniente estudiar con más tranquilidad este breve auge económico que tuvimos entre manos y con más calma analizar los informes económicos que dan cuenta del precio diario de la libra de cobre en la bolsa de metales de Londres y por lo tanto entenderemos y comprenderemos lo que ello significa para la economía del país.
Destacados personeros del quehacer político nacional propusieron variadas alternativas con estos excedentes del cobre como aquellos que sugirieron invertir todo el capital recaudado en gastos sociales, mientras otro sector argumentó que una parte se debía gastar en el país en obras de infraestructura y el resto depositarlo en la banca internacional para generar altos intereses y un tercer grupo propuso invertir todo en el extranjero para obtener buenos dividendos y estar preparados cuando llegue el período de la normalidad presupuestaria.
El ciudadano común también tiene algo que decir al respecto y ahí tuvimos a los trabajadores junto a los estudiantes secundarios en la calle exigiendo mayores recursos económicos a sus demandas.
Los profesores también piden al gobierno que se les pague la deuda histórica, pues, muchos de ellos han fallecido esperando la tan ansiada cancelación.
Se hacen muchas elucubraciones al respecto y los hace vivir esperanzados soñando en la solución a sus problemas, rogando que sus demandas sean escuchadas con la sensibilidad social que el gobierno tiene con los trabajadores.
Foto: Quilombo_samuel [6]
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