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La directora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (ICEI), María Olivia Mönckeberg, respondió en duros términos [11] al director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Ricardo Brodsky, e insistió en que el panel que se realizaría en el lugar fue objeto de censura.

Cabe recordar que el museo exhibiría el documental “El diario de Agustín”, de Ignacio Agüero, y luego se realizaría un foro en que participarían Faride Zerán, Premio Nacional de Periodismo 2007, y el ex ministro Francisco Vidal.

La controversia se generó luego que el director del museo pidiera a Agüero que dejara sin efecto la invitación a ambos ex directores de TVN, por las eventuales críticas que éstos pudieran hacer al canal, que adquirió los derechos de exhibición del documental y hasta ahora no lo ha exhibido.

“Los panelistas vinculados a TVN pueden estar tentados de poner a TVN y a Mauro Valdés en el banquillo de los acusados, cosa que además de injusta, no quisiera que ocurriera desde el Museo de la Memoria”, decía el mensaje de Brodsky.

Ante esto, el Consejo del ICEI emitió una declaración pública en que respaldaba a Faride Zerán e Ignacio Agüero y denunciaba el hecho como un atentado a la libertad de expresión.

Esto provocó que Ricardo Brodsky enviara una carta a la directora del Instituto, María Olivia Mönckeberg, quien respondió que “en el ICEI sabemos bien” organizar seminarios, paneles y otras actividades, “pero también sabemos diferenciar lo que significa proponer y discutir nombres para una actividad y lo que tiene connotaciones de censura o veto, como ocurrió en este caso”.

La periodista recalcó además que el hecho es “un agravio a la libertad de expresión” y una “falta de respeto” a los académicos del ICEI.

Asimismo, María Olivia Mönckeberg consideró que el comentario de Brodsky sobre los panelistas “es a ojos vistas un acto de censura o de veto para aparentemente proteger de alguna eventual opinión crítica al director ejecutivo de TVN, según usted mismo manifiesta”.

De acuerdo a la autoridad académica, Ignacio Agüero consideraba que ambos panelistas serían un aporte y no podían ser sustituidos, como sugirió el museo. Además, “había considerado –erróneamente por lo que se ve- que el Museo de la Memoria, creado para reivindicar a las víctimas de los atropellos a los DD.HH. durante la dictadura, constituía un espacio muy apropiado”, agrega la misiva.

Finalmente, Maria Olivia Mönckeberg calificó como “especialmente sensible” que la controversia se dé con el director del Museo de la Memoria, “por todo lo que significa esta institución con la que podríamos tener muchos puntos en común para defender” el valor de la libertad de expresión.