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Desde el mundo político y sindical criticaron las declaraciones realizadas por el ministro Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, quien manifestó que es necesario alcanzar mayores acuerdos para sacar las reformas, y ejemplificó con la Reforma Laboral, al señalar que si la iniciativa “dejara completamente felices a los empresarios o a la CUT, no sería una buena reforma”.

La senadora de la DC, miembro de la Comisión de Trabajo, Carolina Goic, quien se denominó como “defensora de la reforma”, manifestó que siempre que se ha tratado de hacer legislación en favor de los trabajadores, se alzan voces en contra y que golpean la mesa, generando una suerte de campaña del terror, pero llama a que se dejen de lado los prejuicios sobre todo hacia los trabajadores.

Además, reconoció que en la serie de reuniones que los senadores oficialistas de la comisión de Trabajo han sostenido con la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, se han manifestado algunas diferencias en la interpretación de algunos puntos de la iniciativa.

“Es bien importante entender que el dialogar no significa que vamos a dejar de hacer lo que tenemos la convicción que hay que hacer, o que de la escucha tenemos que incorporar todo lo que plantea la oposición o, cuando tuvimos las presentaciones de los empresarios se quejaban de que no se incorporaban lo que ellos decían, pero cuando va en la línea contraria a lo que se plantea en la Reforma, difícilmente puede darse. Creo que hay varios aspectos en los que, probablemente, va a haber consensos, no en todos, porque son evidentes las diferencias de postura de fondo respecto de lo que queremos conseguir”.

En tanto, el diputado del PPD, y miembro de la Comisión de Trabajo de la Cámara, Tucapel Jiménez sostuvo que esta reforma ha implicado mucho tiempo de diálogo y conversación con todos los actores involucrados, por lo que se mostró “confundido” por las palabras de Eyzaguirre que llaman a buscar más acuerdos.

“De todo lo que se ha hecho lo mejor que se ha trabajado, justamente es la Reforma Laboral, que se hizo dialogando, con un trabajo prelegislativo tremendo, un año se estuvo conversando con todo el mundo, con empresarios, con sindicatos, con dirigentes políticos, con la Iglesia, entonces más que ver quien yo entiendo que lo que hace la Reforma Laboral es mejorar las relaciones laborales, para que haya un equilibrio entre el empleador y dirigentes sindicales, y en base a eso se empoderan los sindicatos”.

Este análisis del diputado del PPD coincide con el realizado por el senador del PS Carlos Montes, quien en declaraciones a El Mercurio manifestó que “se ha dialogado muchísimo” en materia de Reforma Laboral, mientras que el senador del MAS, Alejandro Navarro, llamó a acelerar el tranco para sacar adelante esta iniciativa.

El diputado de la Izquierda Autónoma, y también miembro de la Comisión de trabajo, Gabriel Boric, manifestó su pesimismo sobre la posibilidad de que la Reforma Laboral que se tramita en el Senado logre sortear la moderación que el ministro Eyzaguirre y miembros del oficialismo han llamado a aplicar en las reformas que se quieren implementar.

“Hace mucho rato que la Nueva Mayoría viene detrás de la pantomima de la moderación y gradualidad, relativizando los necesarios avances que se requieren para generar derechos colectivos de los trabajadores, en particular que la huelga sea un derecho efectivo. Por lo tanto, evidentemente estamos atentos a lo que pase en el Senado, pero yo creo que las declaraciones han sido bien explícitas en el sentido de que, desgraciadamente, no se va a avanzar todo lo que los trabajadores quieren”.

Por su parte, el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Nolberto Díaz, criticó las declaraciones del ministro de la Segpres, las que, a juicio del dirigente, reflejan las dos almas del oficialismo, una que representa al empresariado y otra a los que buscan entregar más derechos sociales.

“Estas declaraciones confirman lo que nosotros siempre hemos dicho: al interior de la Nueva Mayoría hay una disputa que tiene que ser resuelta entre los sectores que no quieren que sigan avanzando los derechos sociales y que representan los intereses del empresariado, y aquellos sectores que decimos que después de 25 años ya está bueno que nos pongamos a los estándares que corresponden a cualquier democracia que se perciba como la chilena, con un ingreso per cápita que los chilenos tenemos”.

El presidente de la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), Óscar Olivos, hizo énfasis en la necesidad de generar un Código del Trabajo que responda al panorama laboral del siglo XXI, y coincidió con el ministro Nicolás Eyzaguirre en que se genere un espacio de diálogo amplio que lo modifique de manera integral y no parcialmente como es el caso de esta Reforma Laboral, aseguró.

“Creo que tiene que haber cambios en la estructura laboral, y nosotros como Central lo hemos dicho: aquí tiene que haber un nuevo Código Laboral que sea hecho por los empresarios, trabajadores, Gobierno y técnicos. Todos participando en un acuerdo, o en un documento, o en un programa, o en un Código Laboral que sea capaz de interpretar a todas las partes, que sí realmente raye la cancha, que sí realmente equilibre la cancha, porque hoy día podemos ponerles todos los condimentos que queramos, pero seguimos siendo una cancha desigual, el trabajador sigue estando al pie del cerro, y el empresariado sigue estando en la cima”.

Finalmente, el próximo lunes 14 de septiembre, que es cuando vence el plazo para hacer ingreso de las indicaciones a este proyecto, se sabrá si puntos conflictivos como es el reemplazo en huelga con trabajadores internos de la empresa, o la definición de los servicios mínimos serán objeto de modificaciones por parte del Gobierno.