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En Japón los niños celebran Halloween hace años, y cada 31 de octubre salen disfrazados a pedirles dulces a sus vecinos, incluso si éstos son peligrosos miembros de la más famosa mafia japonesa, los Yakuza.

Sin embargo, este año los Yakuza adelantaron que se cancelarán las fiestas [9] porque temen que pueda haber una guerra de pandillas entre dos facciones del mayor grupo de crimen organizado de Japón.

Resulta que en la organizada sociedad japonesa, las agrupaciones criminales como los Yakuza tienen una sede fija y conocida por todos. Desde ella se relacionan en buenos términos con los vecinos de los barrios, al igual que cualquier mafia que protege a la gente a su alrededor.

En la sede de los Yakuza apareció un aviso que indicaba que "como es tradición cada 31 de octubre tenemos un evento de Halloween, pero este año debido a varias circunstancias, el evento se ha cancelado. Sabemos que ésto causa una gran pena a los niños y sus padres, pero el próximo año les prometemos que realizaremos el evento".

Los Yakuza pueden ser conocidos por su violencia, pero con ésto queda claro que lo cortés no quita lo valiente.