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Por Pía Díaz
Corresponsal El Martutino
COP 25, Madrid [12]

Como en las buenas películas el desastre se logró evitar en el último minuto. Pero la crisis climática es como esas películas que aspiran a convertirse en serie, pues el villano no logró ser capturado. Los malos son los países que bloquearon la discusión sobre el artículo 6, que busca regular el mercado de carbono para incentivar la implementación de acciones por parte del sector privado.

Las partes no alcanzaron acuerdos, aunque sí se establecieron importantes avances en los documentos técnicos que permitirán avanzar de cara a Glasgow 2020. 

Esta COP25 nació con mala estrella. Como se recordará primero tendría lugar en Brasil, pero su Presidente anuló el evento pues dice no creer en la urgencia climática pero también espera obtener una doble compensación si no puede talar el Amazonas.. Luego Chile se ofreció como sede, pero el evento debió ser cancelado pues el estallido social que envolvió al país a fines de octubre hizo imposible garantizar la seguridad en el evento. En el último momento el gobierno español ofreció a Madrid como sede del evento.

 “Hoy, los países hemos quedado en deuda con el planeta”, dijo la presidenta de COP25, Carolina Schmidt, quien también señaló en su discurso de cierre que “el mundo nos está mirando y espera soluciones concretas de nuestra parte. Por lo mismo, hoy no estamos satisfechos. Los acuerdos alcanzados por las partes no son suficientes para enfrentar con sentido de urgencia la crisis del Cambio Climático. Aún no están los consensos para aumentar la ambición a los niveles que necesitamos”. 

“Está COP fue secuestrada”

Para la directora ejecutiva de la ONG 350.org, May Boeve, la COP25 fue secuestrada por la industria de energía fósil. “Sus intereses han ganado, bloqueando efectivamente el proceso y restandole valor al resultado final. Mientras el tiempo se acababa, la COP parecía cada vez más como una situación de secuestro dentro de un edificio en llamas – fue mantenida cautiva junto con la mayoría de los negociadores, pueblos y el planeta”, dijo. 

“La única respuesta aceptable ante la crisis climática  era y todavía es el que los gobiernos se comprometan a disminuir de manera inmediata el uso de energía fósil, incluyendo al llegada de finanzas a esa industria mortal”, añadió.

Las conversaciones sobre el clima pueden haber acabado por este año, pero el activismo ciudadano no”, concluyó. 

Caballería española al rescate

El gobierno español tuvo que socorrer a la delegación chilena en los últimos días pues el primer borrador presentado por la ministra Schmidt fue rechazado casi por unanimidad. Algunos países por incluir muy poco, otros por seguir poniéndo lo que no quieren. La estrategia chilena fue evitar las diferencias utilizando un lenguaje tan vago que nadie reconocía el lema tantas veces repetido durante estas dos semanas: ambición y el tiempo de actuar es ahora.

La inexperiencia chilena se notó también en el hecho de que muchos de sus integrantes tenían pasajes de regreso el fin de semana, cuando se sabe que el tema del clima es un campo minado y que requiere de tiempo y dedicación. Como la Presidencia del evento debían quedarse hasta el final de la misma, auque no quisieran. 

El acuerdo “Chile-Madrid, es tiempo de actuar” sienta las bases para el próximo acuerdo que se realizará el 2020 en Glasgow y los países presenten compromisos de reducción de emisiones (NDC, por sus siglas en inglés) que permitan mitigar la emergencia climática.

El documento manifesta la “urgente necesidad” de que esos nuevos compromisos de los países salven la brecha existente en los actuales  con respecto al Acuerdo de París, de evitar un aumento de temperatura superior a 1,5 grados.

El sábado por la tarde un grupo de jóvenes vació un camión lleno de excerementos en frente de la IFEMA, para simbolizar lo que opinaban sobre el progreso de la COP. En esa hora se habló incluso de que se podría romper el Acuerdo de París y que todo volviera al pasado donde ningún país se comprometía a frenar su contribución a la emergencia climática. 

Pero entre gallos y medianoche surgió la esperanza

La ministra española de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, fue nombrada facilitadora en tres áreas clave de la negociación: mayor ambición, Mecanismos de Pérdidas y Daños frente a los impactos del cambio climático y financiación.

“El mandato es claro: los países tenemos que presentar contribuciones nacionales más ambiciosas que las actuales en 2020, es importante responder a las demandas de la gente y de la Ciencia, y comprometernos a hacer más y más rápido”, dijo la ministra Ribera.

No todo fue malo

Una mirada a las decenas de encuentros que tuvieron lugar prácticamente cada hora de la COP demuestra que para la población en general la crisis climática es un tema transversal. Y confirma que reuniones globales como estas tienen un importante rol que cumplir aunque los resultados sean más lentos que los deseados. Hasta Madrid llegaron ministros de todo el mundo para tratar y elevar la agenda climática como propias en sus áreas de acción. Por ese lado, la COP25 no fue un fracaso.

La ministra española se anotó un poroto cuando los países acordaron dar directrices al Fondo Verde para que amplíe su ámbito de financiación, y que, además de dirigirse a mitigación y adaptación, “por primera vez destine recursos para las pérdidas y daños que sufren los países más vulnerables y afectados por los impactos de los fenómenos climáticos extremos. Además, nace la Red de Santiago que permitirá catalizar asistencia técnica de organizaciones y expertos a estos países vulnerables, mejorando así su capacidad de respuesta a los efectos del calentamiento”, dice un comunicado de prensa del gobierno español.

Otro punto importante fue el acuerdo alcanzado en materia de género, que permitirá fortalecer el rol y el empoderamiento de las mujeres en sus respectivas comunidades locales, dotándolas de herramientas para enfrentar de mejor forma la crisis climática.

Los delegados abandonaron el domingo el centro de Ferias de Madrid con ojeras y cansados tras dos noches de reuniones contínuas y muy poco sueño. Pese a los obstáculos, el multilateralismo y la Ciencia se impuso en la COP25, cuyo acuerdo reivindica que el conocimiento científico es el eje principal que debe orientar las decisiones ante el cambio climático.

“Elevar la ambición a través de audaces planes de acción climática es crucial para que el mundo siga el camino de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45 por ciento al 2030 con respecto a los niveles del 2010 y alcanzar cero emisiones netas de CO2 al 2050”, señaló la Secretaria Ejecutiva de la ONU, Patricia Espinosa.

La COP25 en Cifras:

De los 197 países participantes, 114 países manifestaron su compromiso a trabajar en la actualización de sus NDC para el 2020 aumentando la ambición y 121 países a trabajar en estrategias de largo plazo considerando la carbono neutralidad al 2050 como meta a alcanzar en mitigación junto con 15 gobiernos subnacionales, 398 ciudades, 786 empresas y 16 inversores con activos por 4 trillones de dólares.