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Una de las principales preocupaciones acercándose el invierno es que además del Covid-19 el sistema de salud pueda verse sobrepasado por enfermedades respiratorias como la influenza, los adenovirus o el virus respiratorio sincicial que afectan a muchas personas, especialmente a niños, adultos mayores y pacientes crónicos-.

En el caso de la influenza, se ha realizado una importante campaña de vacunación durante los meses de marzo y abril; es que esta enfermedad es principalmente peligrosa en grupos de riesgo como ancianos y personas con enfermedades como obesidad mórbida; por ejemplo, estas últimas tienen mayor peligro de tener dificultades a causa de la influenza, debido a que su organismo tiene mayores problemas para controlar los síntomas, lo que conduce a tiempos de inoculación más largos, por ende, se entorpece la capacidad del sistema inmune para combatir la infección.

Cabe señalar que la campaña de vacunación de esta enfermedad ha avanzado bien, según datos del MINSAL más de seis millones de personas de la población objetivo (80%) ya han sido inmunizados.

Pero no sólo la influenza está presente en los meses de invierno, los adenovirus o el virus respiratorio sincicial son dos de los brotes que más afectan a la población de riesgo, en este caso, especialmente a los niños durante la temporada de frío.

En el caso de los adenovirus, los principales síntomas son la congestión nasal, dolor de garganta, tos, fiebre, infección al oído y conjuntivitis. Los síntomas más frecuentes del virus respiratorio sincicial son: congestión, tos seca, dolor de cabeza leve, fiebre, dolor de garganta; en los casos más graves aparecen un silbido al respirar, color azulado por falta de oxígeno, respiración agitada, tos intensa y fiebre más alta.

¿Cómo nos cuidamos?

Para mejorar el sistema inmunológico, se recomienda la lactancia materna en recién nacidos y garantizar el cumplimiento del calendario de vacunación para disminuir los riesgos en la población de mayor riesgo. Además, se puede tomar algunas medidas de que importantes para prevenir cualquier tipo de virus respiratorio: Mantener distanciamiento social, lavarse las manos, toser o estornudar en pañuelos desechables o el antebrazo; ventilar los espacios, entre otras.