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En un caso casi único en el mundo, una gata llamada “Papille” fue diagnosticada con COVID-19 en Francia. Según consignó Página 7 [11], actualmente, el animal de nueve años ya no presente el virus en su organismo y se recuperó de buena manera. No obstante lo anterior, su dueño Brian de 24 años, declaró a los medios galos que su mascota presentó una serie de síntomas similares a los que experimenta un humano contagiado.

PRIMERO SE ENFERMÓ EL DUEÑO

El primero en enfermarse fue el dueño, quien decidió confinarse en la casa que comparte con sus padres. Poco después su madre, Florence, se contagió. Mientras la mujer hizo el reposo, la gata la acompañó en todo momento, compartiendo el lecho con su ama.

A los pocos días, el felino mostró sintomatología coincidente con la patología. “No sabíamos qué le pasaba. No se podía parar, no reaccionaba cuando la llamábamos. Apenas levantaba la cabeza“, indicó Brian.

Agregó que “a mi mamá le pareció extraño que presentara los mismos síntomas que un humano: fatiga, tos y episodios de cansancio. Nos dijimos, ‘tal vez sea COVID-19. Improbable, pero podría ser’”.

Ante las sospechas, la gata “Papille” fue sometida al examen de coronavirus, el cual salió positivo.

“La transmisión de humano a animal no es algo imposible, pero es muy rara“, declaró Renaud Tissier, director científico de la Escuela Nacional de Veterinarios de Alfort.