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Con la pandemia del covid-19, la mascarilla se volvió prácticamente una prenda más de nuestra vestimenta. Pero también hay otros accesorios de protección que han ganado terreno en el uso cotidiano. Uno de ellos es la pantalla facial.

La pantalla facial significa una alternativa importante para aquellos que se quejan de que la mascarilla les ahoga, les empaña los lentes o les da calor. Esto ocurre porque no está en contacto directo con la nariz y la boca. También, tienen la ventaja de que se pueden limpiar fácilmente y se pueden seguir usando mientras no se rompan.

Según el médico de Clínica Bupa Antofagasta, José Miguel Orellana, estos protectores transparentes protegen todos los portales de entrada del virus, es decir, los ojos, la nariz y la boca. Además, reducen el riesgo de la autoinoculación, dado que sus usuarios se tocan menos la cara.

No obstante, el médico es enfático en señalar que las pantallas faciales no reemplazan a la mascarilla. “Lo que sucede es que las partículas pueden quedar flotando bajo la mica, que es donde se produce la inhalación, por eso es que no hay que dejar de usar mascarilla”, detalla.

TRABAJADORES DE LA SALUD

Orellana puntualiza que el uso de protectores faciales se recomienda principalmente para los trabajadores de la salud. Sin embargo, en el caso de que otras personas decidan utilizarlos, deben procurar que cubra la cara al máximo posible, considerando las orejas y la parte inferior del mentón.

El profesional destaca que si bien estos accesorios pueden ayudar a evitar los contagios, no hay que dejar de tener en cuenta medidas fundamentales como el lavado de manos y la distancia física.