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Desde 1995 la OMS considera la obesidad como una enfermedad crónica y multifactorial. En Chile, aun no se reconoce como tal y sólo es catalogada como un factor de riesgo para otras enfermedades, que también lo es, podríamos decir que es una enfermedad que produce o se asocia al menos a 236 enfermedades, incluyendo 13 tipos de cáncer, problemas cardiovasculares, hígado graso no alcohólico, lesiones articulares, apnea del sueño y muchas más.

Por eso, los especialistas insisten en la importancia de entender la obesidad como una enfermedad compleja, que tiene múltiples dimensiones y que va mucho más allá de ser solo un problema de cuánto se come, es por este motivo que se vuelve importante el apoyo de todas las esferas del paciente que involucre tanto a sus médicos tratantes como sus familias, su entorno social y laboral.

Uno de los aspectos más relevantes es el genético, se calcula que el factor genético puede aumentar en un 20 y hasta un 30% el riesgo de presentar obesidad. Otra condición que puede predisponer la obesidad es la fisiología, que tiene que ver con el funcionamiento correcto del cuerpo, el cual puede generar desórdenes alimentarios debido a alteraciones hormonales que muchas veces pasan desapercibidas.

Lo psicológico también es importante, muchas veces el estrés, el cansancio o alguna situación que haya impactado en a vida de la persona puede conducir a la obesidad.

Por otra parte, la obesidad igual tiene ver con el entorno el entorno en base al apoyo, a la disponibilidad de alimentos saludables, de espacios para hacer ejercicio y al estilo de vida.

La obesidad es una enfermedad, así lo indican todos los expertos, y una en la que los factores de riesgo son mucho más que una mala alimentación.