El amor de los padres a veces supera las barreras de la imaginación y del actuar mismo. Ejemplo de esto, es el caso de la pequeña Matheryn Naovaratpong,  cuyos padres – ambos médicos, al no poder curar el cáncer cerebral que atacaba a la pequeña, decidieron desconectar del ventilador artificial, para luego criogenizar su cuerpo. Esto, con la esperanza que la ciencia avance lo suficiente, para que en el futuro la pequeña pueda ser vuelta a la vida.

Los hechos tuvieron lugar en enero de este año, en Tailandia, conforme señala La Tercera. Y es que la enfermedad diagnosticada a la pequeña, es poco común; se trata de un tipo de cáncer llamado ependimoblastoma que afecta principalmente a lactante y niños menores.

En el caso de esta Matheryn, el tumor creció en hemisferio izquierdo del cerebro y la hizo caer en coma, por lo que la sometieron a 12 cirugías cerebrales, 20 tratamientos de quimioterapia y 20 sesiones de radioterapia.

Esto mismo, hizo que sus padres, que ya sabían que la pequeña no tendría posibilidad de vivir por lo avanzada de la enfermedad, acudieran a la fundación Alcor, especializada en criogenización.  Fue así que el cuerpo de la pequeña niña la fue puesto en un “sarcófago de hielo”, donde un estricto procedimiento la temperatura corporal es bajada lentamente hasta llegar a los - 196° C.

Como la pequeña Matheryn, hay varias personas más que han sido sometida al mismo procedimiento, sin embargo ninguna ha sido aún regresada a la vida. Al igual que los esperanzados padres de esta pequeña, la humanidad tendrá que saber esperar el momento, en que efectivamente este método de conservación pueda  dar frutos positivos y concretos.