Reconstrucción de Chile: ¿Quién tiene la razón?

Reconstrucción de Chile: ¿Quién tiene la razón?

04 Abril 2010
Incertidumbre, congoja, arrepentimientos, solidaridad, angustia, miedo, amor, reencuentros, desidias y avaricia, fueron apareciendo poco a poco en nuestros corazones y nos ha costado amalgamar todas estas desavenencias. Por H.P.W.
Hugo Pérez White >
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Me siento anonadado ante la diversidad de opiniones que están surgiendo en el ambiente político nacional respecto a la implementación de un plan de reconstrucción del país quebrado en su columna vertebral por el terremoto  y maremoto  que dejaron casas destruidas, gente durmiendo en las calles, vandalismo desatado en turbas saqueadoras, botes, lanchas y buques recostados en las calles de las ciudades con sus costillas rotas implorando volver al mar.

Todas las ilusiones amalgamadas en un atardecer veraniego junto a las playas del litoral, se vieron interrumpidas por el azote de la naturaleza que en una noche golpeó con furia desenfrenada a una vasta población llevándose  muchas vidas que se aprestaban a seguir soñando por un mundo mejor.

Incertidumbre, congoja, arrepentimientos, solidaridad, angustia, miedo, amor, reencuentros, desidias y avaricia, fueron apareciendo poco a poco en nuestros corazones y nos ha costado amalgamar todas estas desavenencias en un solo haz de amor, paz, comprensión y solidaridad para encontrar el camino a la reconstrucción y poner nuevamente en orden todo nuestro esquema social, cultural, afectivo y emocional de los cuales tanto nos hemos enorgullecido y estábamos animosos de celebrar con algarabía los doscientos años de vida independiente como país  y con la mente dispuesta a lograr hacer de nuestra patria  un país desarrollado en el concierto internacional.

Todo se fue en un unos minutos de desconcierto y esos instantes se están convirtiendo en una eternidad y en una pesadilla para nuestros gobernantes porque hubo indecisiones en los aciagos días de incertidumbre, donde cada paso debía darse con mucha cautela porque la piel estaba ultra sensible después de una furiosa campaña electoral que dejó muchos heridos en el camino y los hechos demuestran que esas  heridas no se han cicatrizado, pese a las palabras de buena crianza que algunos han emitido.

Las réplicas sísmicas no han desaparecido y continúan en distintas regiones provocando miedo para enfrentar el desafío que se nos avecina con la llegada del próximo invierno que se vaticina como poco halagüeño en cuanto a salubridad, y cuyas consecuencias probablemente aumenten la emergencia que hoy se vive en la zona afectada, con hospitales deteriorados que esperan su pronta recuperación material.

El Presidente de la nación ha sido reiterativo en sus entrevistas públicas, confirmando que la reconstrucción del país ascenderá a la cantidad de treinta mil millones de dólares y los opositores al gobierno han manifestado que el costo estimado es de 9 mil millones de dólares existiendo una diferencia impresionante que dificulta al común de la gente entender quién tiene la razón en esta lucha de cifras económicas.

En las discusiones parlamentarias para la reconstrucción habrá mucha vehemencia y emotividad, mientras la gente que ha perdido sus viviendas continúan pernoctando en las calles protegidos por carpas plásticas esperando rápidas soluciones a su situación de calle.

 

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