Por: Paula Hernández Muñoz, mamá de Alonso 

@paulahernandezm

 Querida mamita: 

Primero que todo, quiero que sepas que en este largo camino que estás por comenzar, no estás sola, tendrás muchas personas que la vida y/o Dios te pondrán a la mano, con quienes podrás apoyarte para avanzar o simplemente un hombro donde llorar.

El duelo es una etapa en la que el tiempo que dure lo defines tú, es algo personal, en donde nadie debe juzgarte si es mucho o poco.

Te encontrarás con muchas miradas malintencionadas sobre tu hijo, y sobre cómo lo crías, que es malcriado, que no sabes controlarlo, y un largo etc. No te desgastes en explicarlo, si ya muchas veces se hace difícil explicárselo a tu propia familia, más aún con la gente que no te conoce.

Te encontrarás con muchas miradas acogedoras, en las que sentirás una gran empatía, con solo una sonrisa, y no de pena por ti, por él, ya que la pena es algo que nos estanca y no nos deja avanzar, tanto a nosotras como a nuestros hijos.

Te sorprenderás cada día de cada uno de los logros de tu hijo, verás que con solo una mirada y una sonrisa te demostrará todo el amor y agradecimiento que tiene por ti. Disfrutarás las cosas simples de la vida.

Habrá días en que verás todo negro y donde todos tus temores vendrán a tu mente e invadirán tu corazón...vívelos y supéralos.

Permítete todos los sentimientos que quieras tener, no dejes jamás que alguien te diga como debes sentirte.

Siempre habrán cosas mejores y peores, de eso se trata vivir. Jamás compares a tu hijo con el resto, no es sano y no le permitirá avanzar. Solo compáralo con él mismo.

Nunca olvides que lo más importante para nuestros hijos somos nosotras, y somos quienes deben estar bien y en pie por ellos, pero más aún por nosotras mismas, ya que además de ser madres somos mujeres.

Cuídate, quiérete y a pesar de todo...sé feliz