En Mi Metro Cuadrado, ¿Cómo es posible que Nadie haga Algo?

Sin dudas que el terremoto ocurrido hace casi un año atrás, demostró lo mucho o poco que estamos preparados para enfrentar una emergencia. Hace menos de una semana dos ancianos murieron calcinados en su morada en el edificio de la Torre Codelco Nº 2.
Inmediatamente salen a luz descargos, Codelco enfatiza y afirma que nos es propietaria, salvo de algunos locales entregados en comodato. Los organismos como SEC dan a conocer que el edificio estaba con sello rojo, por emisiones de CO2 desde hace unos años, que la causa serían los letreros instalados en la azotea,los cuales impedirían el tiraje del flujo de aire necesario.
Un vecino aparece oficiando a la Municipalidad para que concurra a fiscalizar los accesos al edificio, con estacionamientos posiblemente al margen de la Ley. Los bomberos denunciando que la red seca no funcionaba, etc, etc.
Fiel reflejo de nuestra sociedad, en la cual la culpa siempre resulta ser del otro y no de asumir que con nuestro silencio contribuimos al desarrollo de hechos tan dolorosos como el que he descrito.
Lo invito a pensar cuán seguro resulta ser su hogar, hacernos preguntas:
- Si vive en un edificio: ¿qué sello tiene?; ¿los ascensores tienen la mantención adecuada?; ¿la red seca está en buenas condiciones?; ¿están despejadas las vías de evacuación?; ¿la comunidad de su edificio sabe y practica qué hacer en casos de emergencia?
- Si vive en una casa: ¿cuándo fue la ultima vez que revisó su calefón, la cocina, la plancha, el sistema eléctrico, el techo de su casa con la limpieza de las canaletas?
Seamos honestos ninguno de nosotros lo hace, la razón es simple, nuestra CULTURA, esta fue adquirida en los inicios del doblamiento de nuestra región, cuando los enclaves mineros monopolizaban hasta la entrega de ampolletas para las casas del campamento, en palabras simples la empresa pagaba para que se preocuparan desde el aseo de las calles, el hospital, la escuela, procurando satisfacer las necesidades básicas, incluidas la entretención.
Luego si nuestros abuelos fueron criados así, nuestros padres también, hemos heredado una cultura del que el otro lo haga. Mientras no me caiga un palo en la cabeza o tropiece mas de una vez en la acera de mi casa, entonces, sólo entonces, pensaré como podría tapar el hoyo de la acera frente a mi casa. Total, no me corresponde. Que los políticos y el gobierno lo hagan, es su deber hacerlo, por algo los elegimos... y aunque mi abuela sufra con las caídas, le sangre las rodillas, lo único que gritaré a los cuatro vientos es:
¡CÓMO ES POSIBLE QUE NADIE HAGA ALGO!
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